“Estamos listos para el TLC”, dicen los empresarios. La inversión que efectuaron hace 15 años rinde frutos.

En poco más de una década, los productores de brócoli han multiplicado su nivel de exportación y, por tanto, sus ingresos. Mientras que en 1990 vendieron al exterior 37 toneladas por un valor de $ 32.000, en el 2002 exportaron 24.280 y recibieron  $ 19,8 millones.

Basados en estos resultados, los agricultores se animan a afirmar que el sector no está preocupado por los efectos de la apertura comercial tras la vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EE.UU.

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“Desde mañana podría entrar en vigencia el Tratado, que no tendríamos ningún golpe”, sostiene un productor de la zona de Machachi, que dedica entre 350 y 400 hectáreas al cultivo de brócoli.

La misma afirmación hace el presidente de la Asociación de Productores de Legumbres y Hortalizas del Ecuador, Rubén Flores. Además de ser competitivo, dice, el cultivo del brócoli en  Ecuador es de alta calidad.

Considerado un vegetal estrella, los resultados de su producción motivaron la creación de dicho gremio, hace poco menos de un año. La Asociación también está integrada por productores de zanahoria, coliflor, arveja y se espera incorporar a los de palmito, alcachofa, espinaca, frutilla y uvilla.

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Los resultados del sector no son casuales. Responden, según los empresarios, a un esfuerzo que se inició hace más de quince años y que ahora rinde sus frutos.

Se trata, insiste Flores, de un esfuerzo netamente privado pues “el  Estado no ha intervenido absolutamente en nada”.

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El 98% de las semillas se importa y se aplica un control de calidad exigente.

Hace unos cuatro años, en las fincas de Machachi, una producción de 12 toneladas de brócoli por hectárea era buena; actualmente, una  de 16 toneladas por hectárea es considerada mala.

En el 2000 se despachaba un promedio de 70 contenedores al mes (18.000 kilos cada uno); entre diciembre y enero pasados se enviaron 240 contenedores a EE.UU.,  principal mercado del brócoli.

La producción, estiman los agricultores, ha crecido en los últimos cuatro años en el 300%. “En los próximos dos años será más fuerte que la de las flores”, sostienen.

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El 99,9% de la superficie sembrada con brócoli (del total de 3.423 hectáreas) se localiza en la Sierra. Según el último Censo Agropecuario, el 68% de la producción se concentra en Cotopaxi, el 16% en Pichincha, el 10% en Imbabura y el porcentaje restante en Carchi, Chimborazo y Tungurahua. Debido a las condiciones climáticas, en Ecuador el cultivo no es estacional como en México y Guatemala, sus competidores.

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