El hecho de que  Guillermo Landázuri (ID) asumiera la presidencia del Congreso con el respaldo del Partido Social Cristiano (PSC) marcó los dos años de su gestión bajo la sombra del PSC y le impidió asumir un liderazgo, según algunos diputados. Aunque, para otros lo que hizo fue proyectar su figura política.

Landázuri, al clausurar los dos años de sesiones ordinarias, el 2 de diciembre pasado, reconoció que no pudo hacer nada sobre la designación del Contralor del Estado, Defensor del Pueblo y las reformas constitucionales, pues su mayor obstáculo fue la atomización del Parlamento, donde todos los sectores presionaban por un candidato afín a su partido.

“Landázuri estuvo sometido a la voluntad de los socialcristianos, quienes le encargaron la presidencia por dos años. Eso impidió que pueda desarrollar una agenda propia e independiente del criterio y aprobación del PSC”, según el legislador Jorge Guamán (Pachakutik).

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No logró abrir un espacio de diálogo donde confluyan los bloques y nunca mostró una planificación real de lo que debió hacer el Parlamento, añadió Guamán. Por lo que la agenda legislativa estuvo sometida a la coyuntura política, que muchas veces la marcó el Ejecutivo.

Para el historiador Jorge Salvador Lara, el manejo político de Guillermo Landázuri ha sido bastante discreto, acertado en muchos casos. Aunque pueden haber equivocaciones, Landázuri, se ha proyectado como una importante figura en la política ecuatoriana, consideró.

El socialcristiano Xavier Sandoval, en cambio, indicó que la administración de Landázuri no fue de lo mejor, pero que tampoco ha sido negativa, de tal forma que prefiere la conducción de Landázuri a alguna otra ventura como la que pretenden los roldosistas.

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Añadió que la poca agilidad en la legislación fue una de las causas que empujaron al gobierno y roldosistas a cometer inconstitucionalidades como cesar abruptamente a los magistrados y vocales del Tribunal Constitucional, Supremo Electoral y Corte Suprema de Justicia.

El roldosista Ernesto Valle señaló que dada la inestabilidad de su llegada a la presidencia del Congreso, Landázuri siempre estuvo bajo la sombra y protección del PSC, que le impidió desarrollar su propia agenda.

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Destacó que en el último trimestre los diputados se encontraron con agendas de resoluciones, pues en los dos años se aprobaron 143 resoluciones, que en su mayoría fueron exhortos al régimen, que no tuvieron acogida.

Según su coideario Andrés Páez (ID), Landázuri tuvo que enfrentar una difícil coyuntura política con un Gobierno impredecible, que no entendió a la oposición y la relación que debe haber entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo.