En Brasil ya estudian una ley para prohibir que los animales tengan nombres de personas.
Los nombres de Nerón, Beethoven, Rufo, Sultán, Boby, han servido y sirven para bautizar a muchos canes de distintas razas; Luis Miguel, el del artista que nos visitó hace poco, lo tiene el burro del jocoso muchacho que actuó en la novela chilena Sucupira. En cambio, la popular india María en casi todas sus películas actúa junto con su inseparable borrico Filemón.Daysi, que nos recuerda a prominentes figuras femeninas, lo ostentan la pata novia de Donald, e igualmente la perrita de Lorenzo Parachoques. Las tortugas ninjas de la televisión poseen los nombres de los afamados artistas Leonardo (da Vinci), Rafael, Donatello y Miguel Ángel.Tenga presente el lector lo que recomiendan en Brasil, para que cuando bautice a la mascota de la familia (perro, gato, perico, lora...) no le vaya a poner el nombre de alguna persona y así evitar que tarde o temprano parientes, vecinos o transeúntes le reclamen por haber puesto su nombre al perro o gato del hogar, en tanto cumple con el psicólogo de los suyos, quien le aconseja cambiar el denominativo Pancho por el de Pulgón a su querido can. Y si tiene casos relacionados con esta nota volandera, esté presto a comentarlos con amigos y allegados. ","isAccessibleForFree":true}
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Bautizo de la mascota puede traer problemas al propietario
En Brasil ya estudian una ley para prohibir que los animales tengan nombres de personas.
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