Calles polvorientas, muchas de ellas sin veredas y casi todas sin señalización, asfixiante casco comercial, caótica transportación urbana, restringido abastecimiento de agua potable y barrios enteros con limitados servicios básicos: es Santo Domingo de los Colorados, cantón de 500 mil habitantes, el más grande de Pichincha y que busca convertirse en provincia.

El déficit de agua potable es un reclamo generalizado y fue el ofrecimiento principal del plan de trabajo de Kléber Paz y Miño (en 1999 candidato del Frente Radical Alfarista), para la administración 2000-2004.

“Los cuatro años han sido muy cortos. No hemos podido hacer lo que pensábamos y soñábamos: ni sentí al 10 de Agosto, recién entraba y el tiempo ya terminaba”. Así justificó Paz y Miño el incumplimiento de su oferta. “Pero, en cuatro años más, el problema estará solucionado”, explicó y ahora busca la reelección por el Partido Social Cristiano.

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Los santodomingueños no se acostumbran, y peor aún se resignan, a recibir dos días a la semana y por dos horas, cada día, el agua potable. Al momento, hay 28 mil usuarios de una población urbana de 260 mil habitantes fijos y unos 60 mil flotantes.

Según Paz y Miño, en obras pequeñas ha construido 1.300, a casi una diaria.

Pero, “no solo que Paz y Miño ha incumplido, sino que el proyecto de agua potable que dice llevar adelante ahora, con un préstamo de 43 millones de dólares por parte de Corea, no es transparente”, según Verónica Zurita, de la Izquierda Democrática, quien dejó la concejalía para candidatizarse para alcalde.

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Zurita cuestiona el hecho de que Paz y Miño haya publicado la licitación para elaborar el diseño y construcción del Sistema de Agua Potable, a pesar de que la Municipalidad no tiene el aval del presidente, coronel Lucio Gutiérrez, para el préstamo de Corea, ya que se trata de una negociación de gobierno a gobierno.

Paz y Miño admitió que no posee el aval para el préstamo y aclaró que publicó la licitación “en espera de que Gutiérrez firme el documento que está en el despacho presidencial”.

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Luis Núñez, cuya candidatura a la alcaldía por el partido Socialista recibió la impugnación de Patria Solidaria, critica a Paz y Miño “por no haber trabajado en la reubicación de los comerciantes informales quienes se han tomado las calles del centro”.

“Y no solo eso: la transportación urbana es un caos;  las calles, con un par de excepciones, están intransitables”,  añadió Núñez.

Paz y Miño aceptó que no se ha avanzado “ya que para arreglar el centro, por ejemplo, se requiere efectuar una reingeniería, que costaría, solo para los estudios, unos diez millones de dólares”.

El urbanista Pablo Romero, presidente de la Comisión Académica del Colegio de Arquitectos, dice que Santo Domingo es una ciudad sin identidad. “El trazo urbano de la ciudad debe tener su personalidad; por ahora, se trata de copiar estilos que no se compadecen con la historia de la comunidad”, anotó.

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