El 17 de agosto de 1985, declaraciones de Bucaram en contra de las Fuerzas Armadas motivaron otro juicio por injurias. El 23 de septiembre de 1986, el Congreso le concede amnistía general. El entonces presidente de la República, León Febres-Cordero, se negó a publicar en el Registro Oficial lo que consideró “una resolución espuria” aprobada por el bloque progresista (ID, DP, PRE, MPD, FADI y PSE).