El presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció esta tarde que las fuerzas de inteligencia de su país abortaron un plan para asesinarlo la madrugada de ayer cuando regresó al país después de una gira de cinco días por Europa.
 
"Ha sido revelado y abortado un magnicidio, un poco más y yo no estaría aquí", afirmó Chávez en la transmisión radial y televisiva de su programa dominical "Aló, Presidente", desde el Palacio Presidencial de Miraflores.
 
El mandatario señaló que la autoría del intento de magnicidio proviene de las "minorías" opositoras que han "enloquecido", pero no reveló quiénes.
 
"Esto es terrorismo, no pensar en el país, esto es una locura", dijo Chávez, quien vaticinó que pudiera haber ocurrido "un desastre" de haberse producido el asesinato.
 
"Ustedes creen que ese pueblo se va a quedar allí (pasivo) aceptando que mataron a Chávez, ustedes los que me adversan y tienen cuatro dedos de frente piensen en eso", dijo en una larga alocución.
 
El mandatario señaló que los efectivos de la Dirección de Inteligencia Militar y la Disip (policía política) detectaron a un grupo de personas que realizaban un movimiento de armas en una playa cercana al aeropuerto internacional de Maiquetía, 30 kilómetros al norte de Caracas, donde debía aterrizar el avión presidencial a la 01.00 hora local (04.00 GMT).
 
Chávez detalló que tras detectarlos hubo un enfrentamiento "hasta con granadas", pero que los supuestos asesinos montaron un vehículo y lograron escapar, y su avión se vio obligado a aterrizar en una base aérea militar en el centro del país.
 
Reveló que en un quiosco en la playa se encontró dentro de un bolso negro una "bazooka" (lanzacohetes), un teléfono móvil, dos fotos de él, coordenadas de vuelo, una foto aérea de la zona y una agenda de bolsillo, cuyo dueño tenía dirección en Cúcuta, Colombia.
 
"Es como un fusil sumamente preciso, un (lanza) cohete de fabricación sueca cargado, con un alcance de 500 metros, tiempo de vuelo 300 metros, es un arma antitanque", detalló Chávez.
 
Señaló que las autoridades manejan la hipótesis de que los supuestos asesinos utilizarían el lanzacohetes para derribar el avión presidencial.
 
Agregó que tanto en el teléfono móvil como en la agenda de bolsillo se encontraron números telefónicos y nombres de militares, políticos, civiles y gente relacionada con medios de comunicación todos adversos a su Gobierno, a quienes llamó "golpistas".
 
Chávez señaló que las autoridades están investigando el hecho e informó de que su gobierno contactará con la Interpol "porque hay evidencia de contactos internacionales de este grupo de terroristas, que por poco logra sus objetivos".
 
Dijo que de "seguro" sus opositores dirán que el intento de magnicidio es un "invento".
 
"Hago un llamado a todos para ver si recuperamos los niveles de razón, a los medios de comunicación para que evitemos más tragedias de las que hemos pasado. Hagamos un juego político limpio y en democracia", afirmó Chávez.
 
Esta denuncia se produce un día antes de que el Gobierno venezolano enfrente una huelga general de doce horas, con la que la oposición intenta forzar la renuncia de Chávez o un adelanto de elecciones.