Desde muy temprana edad el ser humano debe tener cuidado con la salud bucal. Alice Gómez, especialista en odontología pediátrica, señala que hay que poner atención en la boca a partir del nacimiento del niño. “La boca de los bebés hasta los 6 meses se limpia con gasa estéril y agua a temperatura ambiente previamente hervida, no se debe usar algodón porque no otorga una buena superficie de arrastre”.

Además, explica que se debe limpiar la mucosa de los labios, carrillos, paladar duro, rodetes superior e inferior y principalmente la lengua, para evitar la formación de placas blandas blancas (semejantes a la leche) conocida como candida albicans. Es importante que el odontopediatra dé las pautas sobre esta higiene.

Mientras, Francisco Sánchez, médico odontológico de Centrales Médicas Veris, sostiene que los pequeños deben tener visitas regulares al dentista cuando tienen entre seis meses y un año de edad para controles, y así evitar formación de caries.

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“Esta es una de las patologías que se presentan en mayor porcentaje, por descuido de los padres en casa, es decir, no tener un cuidado dental óptimo (cepillado de dientes en casa/hilo dental) y dejar dormido con el biberón en la boca a los niños (caries de biberón)”, comenta.

La odontopediatra indica que la erupción del primer diente se presenta alrededor de los seis meses de vida, cuando se debe usar un cepillo dedal de silicona. Ya luego empiezan a erupcionar los molares y ya se puede emplear el cepillo de dientes con una pasta dental sin flúor.

Añade que cerca de los 24 meses de vida el niño ya puede iniciar el uso de pasta dental con flúor, siempre y cuando sea capaz de retener líquidos en su boca y no tragarlo.

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La cantidad de pasta dental que se debe colocar en el cepillo es del tamaño de una lenteja. “En la actualidad muchas marcas de cepillos dentales traen de otro color las cerdas para indicar la cantidad de pasta a usarse”.

Sánchez enfatiza que debe controlarse la alimentación diaria del pequeño para que no se afecten los dientes, es decir, hay que disminuir el consumo de azúcar y carbohidratos. Además, tiene que detectarse la presencia de hábitos como chuparse el dedo.

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Sugerencias

- La higiene oral en casa tiene que ser supervisada por los padres.

- Después de alimentar al bebé se debe limpiar con una gasa su boca: carrillos, lengua, rebordes.

- Un bebé con piezas dentarias no debe irse a la cama con la boca sucia, ya que mientras duerme disminuye la salivación, hay ligero aumento de temperatura bucal y se anula el arrastre fisiológico.

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- Los dientes de leche son importantes porque son mantenedores de espacios naturales para las piezas permanentes en camino y permiten el desarrollo en la función masticatoria en niños.

- Debe visitarse al odontopediatra dos veces al año para una valoración, profilaxis y aplicación de flúor tópico o barniz fluorado como método de prevención; además de que esto habitúe al niño a las consultas odontológicas.

El aliado de la limpieza

- La elección del cepillo no debe basarse en moda, color o marca sino en el tamaño de su parte activa (cerdas). Lo aconsejable es que abarque el espacio de sus cuatro incisivos inferiores. El tiempo de cepillado es aproximadamente de dos minutos.

- El cepillo dental debe guardarse con la parte activa hacia arriba en un vaso, lejos del polvo, evitando cubrir por completo las cerdas del mismo.