La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en el interior de una vena o una arteria, y los casos más comunes son aquellos que se forman en las venas de los miembros inferiores.

En el caso de una mujer embarazada, los problemas de circulación sanguínea son muy frecuentes, por lo que el estado de gestación puede ser considerado como “una etapa de la vida de la mujer en la que es protrombógena, es decir que tiene más riesgo de hacer trombosis que una mujer no embarazada”, explicó Richard Lainez, especialista en medicina intensiva.

Añadió que “lo que tendría que hacer es netamente ver qué factores de riesgo tiene esa persona, por ejemplo, si tiene una hermana o su mamá que durante una gestación desarrolló trombosis de manera clínica, es decir, que se patentó la trombosis, esa persona que aún no la desarrolló, pero que sale gestando tiene que ponerse en manos de un médico para ver cuál es su riesgo particular”.

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No obstante, aclaró que no se trata de un riesgo inminente, el mal responde principalmente a fenómenos hereditarios, por algún daño en los vasos sanguíneos o factores congénitos.

Sugirió un control regular durante el embarazo con el ginecólogo de confianza. (F)