Recuperar el patrimonio expoliado es la batalla que una pareja libra en isla de Pascua para que el 'amigo robado', un moái (estatua monolítica) que se exhibe en el British Museum de Londres sacado de la isla hace más de un siglo, vuelva a su lugar de origen.

Las reacciones suscitadas en el público que ha asistido al documental "Te Kuhane o Te Tupuna (El espíritu de los ancestros)" es lo que ha llevado a sus responsables, el director Leo Pakarati y la productora Paula Rossetti, a lanzar una campaña para recuperar a Hoa Haka Nana'ia, una de las estrellas del museo británico, que en lengua rapa nui significa "el amigo robado o escondido".

El moái de Londres, un gigante esculpido en roca volcánica, de 2,5 metros de altura y unas cuatro toneladas de peso, realizado en algún momento entre el siglo XI y el XV de nuestra era, fue extraído de Orongo, una aldea ceremonial de Rapa Nui, la isla de Pascua, donde frenaba el ímpetu de las olas.

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En su espalda, junto a los grabados de ao (remo de doble pala, símbolo de poder) y Komari, vulva o símbolo de la fertilidad) tiene esculpidos petroglifos del hombre pájaro, lo que lo sitúa en una época de evolución hacia el sincretismo religioso de la isla a la que llegaron los primeros habitantes, navegantes polinesios, entre los años 800 y 1000 de nuestra era.

Y es que, según la tradición rapa nui, los moai (en lengua vernácula no existe la S) y los objetos sagrados, los animaba el 'mana' una fuerza espiritual para proteger a la tribu, atribuida a todos los jefes y personas importantes de la comunidad.

Según el documental, "una forma de recuperar el 'mana' para devolver el bienestar a la isla, es traer al espíritu del Moai Hoa Kaka Nana'ia de vuelta a su tierra".

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Pakarati y Rossetti llevan recogidas más de 500 firmas en la isla "y otras tantas que deben llegar del continente", según informó esta última.

- Más de 4.000 objetos extraídos 

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Aunque son conscientes de que va a costar recuperar los más de 4.000 objetos de la cultura rapa nui desperdigados en los fondos de los museos de todo el mundo y en colecciones privadas, quieren con sus firmas, que el "Estado chileno haga la petición formal" para recuperar su patrimonio.

Además del moái del British Museum, el Quai Branly de París también cuentan con otra estrella rapa nui.

"Creo que es difícil que vuelvan" admitió la productora del documental. Sobre todo, porque no todos opinan como los promotores de la iniciativa. Hay una corriente de opinión en la isla que considera que estas figuras imponentes y frágiles "están mejor cuidadas" en los museos extranjeros.

Los Moai Aringa Ora, como se denominan en la lengua original, que significa "rostro vivo de los ancestros", son la "memoria, el recordatorio" de los antepasados, dice Rossetti.

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De los cerca de 700 moáis encontrados en la isla, pocos son los que están íntegros. La erosión marina y el paso del tiempo, junto al vandalismo y aquellos que aprovecharon muchos gigantes para reducirlos de tamaño tallándolos de nuevo han hecho estragos en la imagen más universal de la isla de Pascua, situada a seis horas de vuelo de Santiago, a unos 3.500 km del continente.

En la cantera de donde se sacaba la piedra para los moáis, Rano Raraku, ubicada en la parte sureste de la isla, todavía quedan casi 400 en diferentes fases de elaboración. Parece como si los escultores hubieran terminado el trabajo abruptamente. Se calcula que hacia 1600.

- El transporte, un misterio 

¿Cón qué instrumentos contaron los nativos para transportar por toda la isla estas moles que llegaban a pesar en algunos casos hasta 90 toneladas?

Casi todos, están colocados a lo largo de la costa de esta isla triangular que es la cima de una cadena montañosa subacuática, situada en medio del Pacífico sur.

A veces en grupos, otras en solitario, sobre pedestales o plataformas casi siempre miran hacia tierra adentro, como guardianes de un pasado que se mantiene omnipresente pese al turismo de masas. Unas 95.000 personas llegaron el pasado año a esta isla de unos 6.500 habitantes. (I)