Por Sergio Pérez

Fue anunciado como bolero jazz, interpretado por Francisco Echeverría Quartet, compuesto por Joa Araujo, en batería/percusión; Mafer Díaz, en contrabajo, y Carlos Vera, en guitarra, voz en primer plano protagónico de gran suceso con el público asistente al Museo de la Músca Julio Jaramillo y, por supuesto, Francisco Echeverría al piano.  

Jenny Estrada expuso sobre los orígenes del jazz en Ecuador. El banjo, instrumento típico del agricultor estadounidense, también estuvo presente.

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Arrancaron con Remolino para luego hacer Y, de Armando Manzanero, ambos boleros clásicamente interpretados y muy bien cantados por Carlos Vera. Leves contratiempos de Joa y algo en la parte instrumental fueron sugerencias de jazz en una hermosa rendición de Como yo te amé. En forma de Medley (popurrí), Vera sorprendía al auditorio dominando el canto romántico y nostálgico de Nos hizo falta tiempo y No sé tú, de Armando Manzanero, muy asociado a Luis Miguel.

Con jazz en los teclados de Francisco y una instrumentación ligeramente jazzística hicieron Te extraño, con el piano innovando, interpretando, para dejar un bolero-jazz conmovedor.

Luego de presentar a la banda, Francisco interpretó Te esperaré, con Latin Jazz, con un Echeverría de ritmo arrebatado y Carlos Vera cantando a capela por un instante. ¡Qué show!

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La fina espectacularidad continuó con Dos gardenias, antiguo bolerazo cubano, con Francisco haciendo flauta en teclados para luego ofrecer una versión muy sentida de Sabor a mí con Carlos Vera dedicando la canción a su compañera sentimental, en estilo de soul latino.

Imágenes, lo mejor del bolero clásico, que dice “Cuando te fuiste, como un niño me quedé llorando”, y Llévatela, confirmaron la vigencia de Carlos Vera como un bolerista que sorprendió con su “feeling” al público.

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Tú y yo como pasillo obligado, solo con la voz y teclados, un tema nacional, y El aguacate, una de las joyas en el pentagrama del pasillo nacional, que dice “No olvidarás al infeliz que te adoró”, precedieron a Juguete, como un swing ligero diciendo “Te has convertido en juguete de tus travesuras”.

Un poco más, poderoso bolero, de letra tremendista, fue lo mejor de la noche. En Lágrimas negras, Francisco hizo ritmo de flauta con teclados y Algo contigo a ritmo de Latin Jazz precedió a Caballo viejo, para poner a todos a bailar. (O)