Caminar hacia la edad madura no solo implica que aparezcan canas y arrugas, sino también que empiece a disminuir la masa corporal, que a su vez traerá consigo un progresivo descenso en la fuerza y la calidad de los músculos.

Gustavo Peralta Cortez, traumatólogo deportólogo, refiere que científicamente está demostrado que después de los 30 años se produce una ligera reducción de la masa muscular acompañada de una acumulación de grasa y que este cambio se va incrementando en un 10% por década.

Añade que este descenso está asociado con el avance de la edad y con factores como la falta de actividad física, sedentarismo, desequilibrios hormonales o por extremidades afectadas debido a algún accidente.

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Concluye que las mujeres empiezan a perder masa muscular cinco años antes que los hombres, debido a los cambios hormonales y los ciclos menstruales.

Para recuperar la pérdida de masa se requiere de una actividad física que incluya una sobrecarga de peso: ejercicios con pesas y máquinas, indica el preparador físico Duffer Alman.

Añade que para empezar esta rutina es fundamental, primero, visitar a un doctor para que le realice exámenes, un test médico y uno físico, para que evalúe en qué condiciones se encuentra.

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Con ello se evitará que se produzcan lesiones o dolores musculares debido al trabajo con cargas corporales inadecuadas.

En tanto, la médica nutricionista Narcisa Zambrano aconseja incluir en la dieta más proteína como carnes (pollo, pavo, pescados) y granos (garbanzo, fréjol, entre otros). Indica que la proteína vegetal aumenta la fuerza muscular, mientras que la animal incrementa la masa muscular.

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Dice que lo recomendado es consumir como mínimo tres onzas de proteína al día. “Puede calcularse un gramo por cada kilo de peso”, indica la nutricionista. (I)