El liderazgo, la toma de decisiones y cómo se ve la migración animal desde dentro y fuera de la manada, son varios de los temas que se abordan en la nueva novela del escritor guayaquileño Hans Behr Martínez.

El viaje al cráter del Ngorongoro se titula la obra, cuya historia se desarrolla en tierras africanas. Un ñu llamado Orcux, líder de un rebaño; y Alina, una periodista, son los personajes principales de este libro.

El ñu es un mamífero rumiante cuyo aspecto puede ser considerado como una combinación entre el antílope, el buey y el caballo. Este animal habita en sabanas abiertas con arbustos espinosos o en áreas relativamente secas como África.

Publicidad

El autor explica que en el texto se narra el esfuerzo que estos animales realizan durante su migración al cráter de Ngorongoro (provincia de Valladolid, Tanzania). Es una de las mayores calderas volcánicas del mundo y tiene una extensión de 8.288 kilómetros.

“Mi novela trata de estas decisiones de este líder (Orcux), de cómo se comporta la manada y también de los seres humanos, los periodistas que persiguen esta migración”, refiere Behr Martínez, quien tiene en su haber literario nueve obras propias, entre cuentos y novelas, y al menos 20 antologías.

Cuenta también que en la novela se trata de establecer “una relación de vida, de caracteres, de experiencias de estos dos personajes, que en la obra jamás se llegan a encontrar”.

Publicidad

Sobre por qué escribir del ñu y de África el escritor guayaquileño, que comparte su tiempo entre su carrera literaria y su profesión (tecnólogo en alimentos), dice que estos temas siempre llamaron su atención.

“A mí el África siempre me ha fascinado por su diversidad de culturas, por su fauna bien característica que no hay en ninguna parte del mundo y que es maravillosa e implacable”, expresa el autor de Las luces de la felicidad, novela con la que ganó el Concurso Nacional de Literatura 2013, que organiza la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Publicidad

Cuenta que eligió a un ñu como su personaje central porque “muy pocos escritores logran ver la proeza que este animalito hace al cruzar tres mil kilómetros desde un lugar de África hasta un cráter llamado Ngorongoro. Ahí yo veo solidaridad e inteligencia animal”. (I)