El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, cabeza de la Iglesia anglicana, cumple una visita oficial en China, donde ayer fue recibido por el “número cuatro” de la jerarquía comunista, el presidente del Poder Consultivo Yu Zhengsheng, informó la agencia oficial Xinhua.

Welby, de 59 años, fue invitado a China por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos y asociaciones cristianas; un viaje con el que Pekín busca mostrar una actitud abierta hacia distintos credos, pese a su rechazo por ahora a aceptar visitas del papa o a frecuentes acusaciones de persecución a católicos y protestantes.

“La libertad de creencia y los derechos e intereses legítimos de los círculos religiosos son protegidos por la ley”, aseguró Yu, presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, en su encuentro con el religioso británico, casado y padre de seis hijos.

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El líder comunista añadió que Pekín “continuará apoyando intercambios y cooperación entre la cristiandad china y otras iglesias del mundo”, reprodujo Xinhua.

Tanto el actual papa Francisco como sus antecesores, Benedicto XVI y Juan Pablo II, expresaron con frecuencia su deseo de visitar China, un país con alrededor de 12 millones de católicos, aunque Pekín por ahora no ha accedido por la falta de lazos diplomáticos entre el régimen comunista y el Vaticano, cortados desde 1951. (I)