El gobierno chino será el que tenga la última palabra sobre la reencarnación del dalái lama, después de que el líder espiritual del budismo tibetano asegurara que podría ser el último en llevar el título, recogió ayer la agencia oficial Xinhua.

“La reencarnación del dalái lama debe ser aprobada por el gobierno central, no por otros, ni siquiera por el propio dalái lama”, aseguró Zhou Weiqun, director del comité de Asuntos Religiosos y Étnicos del máximo órgano consultivo de China.

Sus declaraciones responden a las realizadas por el premio Nobel de la Paz en una entrevista con un programa británico a fines del 2014, durante la que señaló que puede no tener sucesor y consideró que “sería mejor” acabar con la tradición cuando ostenta el título alguien “bastante popular”.

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Para Zhou, el dalái lama busca “captar la atención” del público en un momento en el que ha perdido influencia por la “estabilidad” en la que vive el Tíbet tras las revueltas del 2008, que dejaron 19 muertos, según la versión oficial, y más de 200, a juicio de los tibetanos. (I)