No solo es un disco de pasillos, albazos, sanjuanes con sonidos contemporáneos. Es una propuesta musical en la que se resume la vida de Quito, sus tradiciones, el Centro Histórico, sus leyendas y sus personajes.

En Flor de Taxo, la reciente producción del músico Juan Carlos Terán se cuentan historias de “campanarios, de amores, lluvias y montes, de city tours,morocho, profanías y rosarios”, como lo resume la portada del disco.

Terán comenta que tuvo la necesidad de escribir estas historias por su conexión directa con la ciudad. Desde el Itchimbía, considerado como uno de los balcones de Quito y en el que reside desde hace siete años, tiene una mirada única de dos Quitos: el viejo, el del centro donde la gente es más relajada en su caminar, y el moderno, que es más mecanizado, dice el cantautor y productor artístico que lleva más de 40 años en este oficio.

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Con estas experiencias nutridas escribió 10 canciones en las que repite una fórmula de su disco anterior Mestizo. “En esta producción aplico arreglos orquestales que tienen un concepto sonoro más contemporáneo para que tenga acceso al público joven” pero conservando los ritmos tradicionales como el pasacalle, el pasillo.

Con el auspicio de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, el Gobierno de la provincia de Pichincha, Quito Turismo y del Instituto Nacional de Patrimonio logró financiar la primera parte de su proyecto y la edición del CD que se produjo a finales del año pasado.

En esta producción están canciones como Cucurucho (danzante-blues), en la que describe a un personaje agobiado que pone las esperanzas en un acto de sacrificio y fe para que se resuelvan los problemas de su vida. La composición Quito la lluvia y vos tiene una letra en ritmo de pasillo que recurre a la nostalgia, al recuerdo de un amor perdido. Flor de Taxo es una invitación a conocer a la capital desde la música.