De pequeño nunca imaginó que se convertiría en una gran figura de la música. Lo curioso es que a sus 70 años el cantante español Luis Eduardo Aute, con más de una treintena de discos publicados, aún no se considera un cantante.

Este artista vuelve a Ecuador con su gira El niño que miraba el mar, con la que por primera vez ofrece un concierto en la ciudad de Guayaquil, hoy a las 20:00, en la plataforma del MAAC Cine. También tiene programado presentarse en Quito, mañana, en el ágora de la Casa de la Cultura.

El cantautor conversó con este Diario sobre su más reciente trabajo discográfico, publicado en noviembre pasado, y del cual toma su nombre la gira, así como de su vida, su carrera y su pensamiento sobre lo que es ser un artista.

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“Este disco contiene once canciones. Entre ellas, El niño miraba el mar, que está basada en esta fotografía (la de la portada del disco) que me hizo mi padre cuando yo tenía 2 años, en el malecón de Manila, en Filipinas, y a raíz de una serie de historias pensé que era momento para reflexionar sobre el paso del tiempo”, comenta el intérprete.

Agrega que no se considera un artista de éxito y tampoco imagina que lo vaya a ser, debido a que no se ve en lo absoluto como un cantante. A él solo le gusta escribir canciones y compartirlas con la gente, evidentemente. “Las escribo para mí y cuando terminan siendo grabadas, espero que la gente de alguna forma se identifique con ellas”.

Este personaje, que además de cantar también posee dotes para la poesía, la pintura (su primera pasión) y el cine, recuerda que su entrada al mundo musical fue casi a empujones, pues en principio componía para otros artistas y deseaba quedarse entre bastidores, pero fue mucha la presión que tuvo para que fuera él quien cantara las canciones que escribía. Al final lo pensó y decidió aceptar, para suerte de todos.

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“Saqué la bandera blanca y dije vamos a grabar un disco, pensando en que iba a ser el único”, dice.

Algo que lo motivó más a seguir en la música fue descubrir lo que denomina como “una mezcla de 'musos' diversos”, entre los que estaban los autores e intérpretes franceses Jacques Brel, Léo Ferré, Goerges Brassens, a quienes escuchó cuando era muy joven. También Bob Dylan, quien a su parecer tenía canciones muy buenas. “Yo tocaba la guitarra mal, pero si Dylan tocaba con cuatro acordes, yo también podía hacer una canción con cuatro acordes”. Además de Atahualpa Yupanqui y The Beatles, en especial John Lennon.

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Su objetivo al entrar en el mundo de la música era darle a la canción su lugar en las artes, pues según Aute, en aquella época la mayoría de la música que se escuchaba era mediocre, vulgar y de puro consumo. “Yo creo que escribir una buena canción es más difícil que pintar un cuadro o escribir una buena novela. Tal vez exagero, pero no del todo. Una canción es algo que dura tres o cuatro minutos y ahí hay que contar algo que tenga interés, algo que llegue a conmover, que haga reflexionar. La escritura tiene que ser buena, muy sintética, con desarrollo, nudo y desenlace en ese corto tiempo”, señala.

El cantautor agrega que un artista es una persona que tiene dificultades para comunicarse con los demás, por ello, lo hace a través de ese medio de expresión que puede ser la música, la literatura, el cine o el teatro o cualquiera de las llamadas artes.

“Es la forma de darle forma, valga la redundancia, a algo que se necesita explicitar. Soy incapaz de escribir una canción si no tengo realmente una necesidad de expresar algo que me inquieta, que me conmueve, que me emociona, que me duele, que me da rabieta. Si no existe ese estado de ánimo, no sale nada”.

Respecto a cómo ve la música actual, dice que tiene que haber de todo en este mundo porque también se necesita ver, escuchar y leer temas superficiales, si no la vida sería insoportable. “Si es música comercial bien hecha, bien trabajada, la admito”. Acto seguido comenta que también es cierto que ese tipo de géneros encuentra más apoyo en los medios porque se hace para el mercado. “La música más trabajada, inquieta, sensible, es minoría. Pero siempre ha sido así en el ámbito de la cultura, los mejores perfumes vienen en frascos más pequeños y apartados. Luego están las colonias”.

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Otros intereses

El autor de temas como 'Alevosía', 'Slowly', 'Cinco minutos', y más; tiene también otras pasiones que incluso anteceden a su labor en el canto, como son la pintura y el cine. Ha expuesto sus lienzos y dibujos en varias ocasiones, así como ha presentado a lo largo de su trayectoria distintos cortometrajes y un largometraje. Incluso el disco 'El niño que miraba el mar' trae un cortometraje titulado 'El niño y el basilisco'.

Como algo anecdótico cuenta que participó en la filmación de la película 'Cleopatra', protagonizada por Elizabeth Taylor y Richard Burton, donde fue traductor de español, inglés y francés “del ayudante, del ayudante, del ayudante del asistente del director Joseph Mankiewicz. De alguna forma estuvo en el equipo de dirección”.

Concierto

En Guayaquil se presenta en la plataforma del MAAC Cine, hoy a las 20:00.

Costos de las entradas: Alevosía box $70, vip $ 50 y general $ 32.