(Publicado originalmente en La Revista el 12 de febrero del 2017)

Las principales características de una laguna artificial pueden resumirse en dos aspectos: al carecer de corrientes o mareas resultan en balnearios más seguros para practicar natación, kayak, surf de remo, surf a vela, entre otros. Y, en segundo lugar, su instalación potencializa el valor de los proyectos mobiliarios y turísticos en todo el mundo.

Precisamente, ese es el lineamiento de Crystal Lagoons, una multinacional chilena dedicada al diseño, construcción y mantenimiento de lagunas cristalinas enormes. Su proyecto estrella nació en Algarrobo, Chile, en una comunidad costera con muchos riesgos para los bañistas. Allí la laguna les permitió finalmente disfrutar chapuzones y otras actividades que los turistas no podían realizar en el mar.

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Las ‘crystal lagoons’ se han expandido al resto de continentes, con presencia en Estados Unidos, Egipto, Australia, Colombia, México, Panamá y más, sobre todo en áreas no aptas para el baño, alejadas de la costa, desiertos e incluso dentro de las ciudades.

Ahora Ecuador se zambullirá en ellas. La urbanización Casa del Sol, en Ayangue, acaba de inaugurar una laguna de 2,2 hectáreas y 2,45 metros de profundidad, en su complejo que busca ser un resort de carácter privado con servicios de lujo.

“La construcción duró 2 años, Casa del Sol tuvo una inversión total sobre los $ 26’000.000... Mi sueño hoy convertido en realidad era demostrar que en Ecuador sí se puede tener un espacio en nuestra costa que se asemeje a los mejores resorts del mundo”, explica Guillermo Roseney Salcedo, presidente de RSA Bienes Raíces, promotor del proyecto. Agrega que la edificación abrió 500 plazas de trabajo, con lo cual también se buscó contribuir a la economía de Santa Elena.

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Otros atributos
Según el portal de Crystal Lagoons, este tipo de lagunas consume solo un 2% de la energía empleada por los sistemas de filtración convencionales en piscinas, asimismo tiene un bajo consumo de líquido. Pueden utilizar cualquier tipo de agua (de mar, dulce o salobre) y pueden captar el agua lluvia, reduciendo la cantidad de agua que se requiere para compensar la evaporación.

Además, aclara que no requiere mantener altos niveles de cloro para purificar el agua, sino aditivos controlados por una gran cantidad de inyectores y sensores. De acuerdo a Roseney, estos atributos la vuelven una laguna amigable con el medio ambiente. “Es parte de sus beneficios, pues los costos de mantención son bajos”.

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Roseney espera con este proyecto marcar el camino para que otros similares sigan desarrollándose en el país, generando ofertas con “un ambiente seguro para toda la familia y que atrae incluso a personas que normalmente no practican ningún deporte acuático, debido al ambiente placentero y seguro”.

Al momento, el megaproyecto Karibao (Pronobis), en Engabao, con 28 a 30 edificaciones, también prevé instalar una crystal lagoon de 7 hectáreas. (G.Q.) (I)