Publicidad
Muchas familias se han visto obligadas a abandonar sus hogares e instalarse en refugios temporales.
El epicentro del sismo se ubicó en el mar a unos 11 kilómetros al este-sureste de Calape.
El 19 de septiembre de 1985, un potente terremoto de magnitud 8,1 sacudió a México.
La península de Kamchatka se encuentra en el conocido como Cinturón de Fuego, área que rodea la mayor parte del océano Pacífico con fuerte actividad sísmica.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) indicó que la alerta de tsunami está vigente.
Gabino Lezama es un arquitecto que vivió el terremoto de magnitud 8,1 ocurrido en la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985 a las 07:19 de la mañana.
Según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, estos movimientos podrían corresponder a un enjambre sísmico.
No había riesgo de que el terremoto hubiera provocado un tsunami, según el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC).
La terminal recibe un promedio de 170 embarcaciones pesqueras industriales y artesanales al mes, pero deja de atender unas 50 debido a las limitaciones.
El tipo de lesiones —traumatismos internos, fracturas graves y daños en órganos— requiere equipos y materiales específicos, que actualmente escasean.
El terremoto de magnitud 6,0 del pasado fin de semana dejó más de 1.400 muertos y más de 3.000 heridos.
Los equipos de rescate siguieron buscando desesperadamente a supervivientes entre los escombros de las más de 5.000 casas derrumbadas.
Las autoridades temen que el balance aumente a medida que se accede a las zonas más remotas del país.
Afganistán se encuentra en una zona de alta actividad sísmica, debido a la colisión de las placas tectónicas euroasiática e india.
Afganistán se ve afectado frecuentemente por terremotos, especialmente en la cordillera del Hindú Kush.
El fenómeno tuvo una profundidad de 10,8 kilómetros.
La actriz ecuatoriana estuvo de visita en el país ubicado en el sureste de Europa y suroeste de Asia por un viaje de trabajo.
Al menos diez edificios colapsaron.
El terremoto tuvo un alto potencial destructivo por los grandes deslizamientos y derrumbes que se produjeron en la zona afectada.
La tensión acumulada durante los últimos 2,6 millones de años en la falla de Tintina puede causar un gran terremoto en el lapso de una vida humana