Bueno, el Ecuador ha mejorado últimamente en distintas carreteras que ahora las vemos de buena calidad y más seguras para rodar sobre estas.

Sin embargo, en los pueblos pequeños hacia adentro, en los recintos, en las comunas donde todo está relegado, no existen caminos vecinales, por ejemplo en Naranjal de San Carlos para adentro hay caminos llenos de piedras y con inmensa polvareda en tiempos que no hay lluvia; pero cuando es época de invierno y caen fuertes aguaceros, esos terrenos culebreros se convierten en grandes lodazales resbaladizos, peligrosos.

El sistema de vialidad no debe mirarse solamente a las grandes vías y carreteras, poniéndoles atención en hacer asfaltos y colocarles señalizaciones, letreros, etcétera.

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También los sectores marginales y sus caminos vecinales deberían ser la prioridad, y mucho más porque en estos sitios viven personas muy pobres, que deben caminar muchos kilómetros para sacar sus productos que cosechan y así poder venderlos; o que necesitan salir a poblados más grandes a buscar servicios médicos. Acuérdense, autoridades de los poblados olvidados, denles también vías de primer orden, y además servicios básicos y buenos colegios y dispensarios de salud.

Cristina Chacón,
Naranjal