Los propietarios de ocho bares y discotecas alternativas denunciaron ayer ante el Defensor del Pueblo el irrespeto a sus derechos constitucionales y al trabajo por parte del Municipio de Guayaquil al ordenar la clausura de sus locales.

El cierre de estos fue el miércoles en la tarde, según Ricardo Proaño, propietario de Vulcano, ubicada en la Zona rosa. “El señor Narváez (Javier, director de Justicia y Vigilancia) vino y dijo ‘esto se clausura y ya’, sin darnos mayor explicación”, refirió y añadió que en el sello dice que es por falta de papeles. “Eso es mentira tenemos todos los permisos de ley”, aseguró.

Dice que solo uno de los ocho locales está en trámite de sacar sus documentos, pero cuenta con una prórroga del cabildo que le permite laborar. 

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Tanto Proaño como Javier Rivera, propietario de Plain Bar, ubicado en La Garzota, afirman que se trata de una persecución contra la comunidad de gays y lesbianas, puesto que esto se generó por la denuncia contra uno de los locales.

Según Rivera,  empezó por la difusión de un video grabado supuestamente en su local en el que se denuncia “shows que atentan contra la moral”, lo que negó suceda en Plain Bar.

Los propietarios de esos locales y otros como Artemisa, Retro, Ibiza, El Velero se reunieron ayer en la tarde para decidir si convocan a una protesta.

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Xavier Narváez, Director de  Justicia y Vigilancia del Cabildo, señala en un comunicado que el cierre se dio en razón de que dentro de los locales “se presentaban espectáculos de baile de desnudos tanto de hombres como de mujeres no autorizados y que responden a un atentado a la moral”.