Es indispensable vencer al pesimismo, al miedo, a la angustia que se perciben en el Ecuador. Hay que pensar y actuar en positivo. Pero ¿será posible?

El imperio del crimen organizado se acaba de evidenciar con el asesinato, el reciente viernes 6 de octubre del 2023, dentro del principal centro de privación de libertad de Guayaquil, de los seis sicarios colombianos que semanas atrás ingresaron al Ecuador y estaban indiciados por el asesinato –el 9 de agosto del 2023– de Fernando Villavicencio, candidato a la Presidencia de la República, intentando así silenciar la investigación por la que el Gobierno estadounidense ofrece recompensa de $ 5 millones.

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Los ejecutores de la trama material del asesinato de Villavicencio, traídos “por seguridad” a Guayaquil, ya están muertos; y, ¿será “colorín, colorado, el caso está cerrado o habrá efectiva investigación para establecer quiénes ordenaron matar a Villavicencio y ahora a sus asesinos?

Los crímenes y la inseguridad van más allá de ser generadores y resultantes de conflictos entre bandas vinculadas al narcotráfico y otras delincuenciales. Las extorsiones bajo formas de “vacunas”, a que se allanan muchos negocios medianos y pequeños para poder seguir existiendo, con los malos precedentes de que los que rechazan pagarlas y prefieren cerrar sufren múltiples represalias; y los rescates por pago de las personas que son llevadas a la fuerza, en los primeros días de octubre del 2023, se han intensificado.

Es indispensable vencer al pesimismo, al miedo, a la angustia que se perciben. Hay que pensar y actuar en positivo.

Bien que los dos candidatos a presidente, Luisa González y Daniel Noboa, hayan aceptado la invitación del alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, para asistir hoy a la sesión solemne de aniversario del 9 de Octubre de 1820. El anhelo es que sea para un compromiso sincero con la ciudad y la patria, no un cumplido porque se está en campaña. Uno de los dos deberá ser presidente, no solo para fotos y viajes, sino para el ejercicio real de gobierno. No para instrucciones al oído, ni para actuar en función de los intereses de los entornos que los cerquen.

Se requieren seguridad, fuentes de trabajo, calidad de vida con acceso a servicios básicos, a alimentos y a medicamentos, a unidades de salud y a centros educativos, y que se den oportunamente, no para “algún día” que podría ser muy tarde o nunca.

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Para los días entre el 15 de octubre, fecha del sufragio de segunda vuelta, y la primera semana de diciembre, cálculo tentativo para la posesión de la nueva composición de la Asamblea y del gobernante electo, alrededor de mes y medio, quien sea beneficiario de la voluntad popular, debe tener acceso a toda la información veraz que le permita fijar prioridades para comenzar a ejecutarlas con la posesión.

Los que vayan a la Asamblea deberán comprometerse con el Ecuador a permitir gobernar a quien asuma la Presidencia en diciembre del 2023, como resultado de la votación de segunda vuelta.

Si se priorizan decisiones políticas, requerir o comprometer amnistías, o repartir espacios del poder público, convocar consultas con costos millonarios, o preanunciar asamblea constituyente, que multiplicaría los costos para mayor déficit fiscal, sería un error. (O)