Un poco más de medio millón de personas forzadas a huir y otras en movilidad humana viven en Ecuador. Este enorme número de personas y sus duras historias son un termómetro de la preocupante situación mundial.

Según ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, hay más de 114 millones de personas desplazadas a nivel global. Cada una refleja el fracaso colectivo de la humanidad de garantizar la paz y la seguridad para todos y todas.

El Foro Mundial sobre los Refugiados es un momento clave para unirnos y demostrar que nuestra voluntad colectiva puede encontrar soluciones a los desafíos del desplazamiento forzado.

La frontera entre tener o perder

Celebrado cada cuatro años, el Foro es la reunión internacional sobre refugiados más grande del mundo. Aquí se reconoce la gran labor de numerosos países –la mayoría de renta media o baja, con dificultades internas– por brindar un segundo hogar a quienes no pueden estar en el suyo.

Países como Ecuador, que hoy alberga uno de los números más grandes de refugiados en América Latina.

Allí se reunirán Estados, agencias de ONU, el sector privado, la sociedad civil, ONG, organizaciones de base, universidades, grupos religiosos, al igual que personas refugiadas de todo el mundo, para proponer compromisos y contribuciones transformadoras.

Ecuador tiene un rol significativo en este Foro. Posiciona su ejemplar sistema de asilo y de protección de la niñez por medio del trabajo de la Cancillería y del MIES; demuestra el aporte de la ONU para la protección e integración de personas en movilidad humana; a través del Ministerio del Deporte y la Sociedad Deportiva Aucas, muestra el compromiso con la protección e integración de niños y niñas de cualquier nacionalidad a través del deporte; y el sector privado se suma con su trabajo por la progresiva inclusión de refugiados y migrantes en el motor productivo. Vale mencionar el trabajo de instituciones como la Defensoría Pública, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de la Mujer y Derechos Humanos en la protección de derechos de personas vulnerables, incluyendo las refugiadas.

EE. UU. establecerá puntos de movilidad segura para extranjeros en Ecuador

El Foro no es una reunión más. Hacemos esto para que la niñez refugiada pueda estudiar y graduarse como bachiller; para que el cambio climático no empeore las condiciones de vida de todos –o provoque más desplazamientos–; para que todas las personas –sin importar su origen– puedan contribuir con sus habilidades al desarrollo del país; para que la xenofobia no sea la respuesta a quienes no tienen la culpa de haber huido.

Las personas en movilidad humana no quieren limosnas ni son la causa de la inseguridad –percepciones comunes que no tienen fundamento en la realidad–. Ellas quieren oportunidades de construir su propio futuro.

Por eso, el Foro es la oportunidad para brindar el apoyo a gran escala en Ecuador y más allá. Ecuador puede ser un ejemplo de buenas prácticas si seguimos construyendo, entre todos, una sociedad inclusiva con quienes vienen a sumar al desarrollo de un país que puede apreciar en la diversidad una fuente de riqueza y crecimiento. (O)