El 31 de julio, la Organización Mundial del Comercio publicó la Revisión de las Estadísticas del Comercio Mundial 2023. La información expuesta es abundante (consta en el enlace https://www.wto.org/english/res_e/booksp_e/wtsr_2023_e.pdf); por ello me referiré a unos pocos datos, esperando despertar su interés e iniciativa.

El comercio mundial casi no creció en el 2022 y el “rebote pospandemia” parece haberse diluido, debido a los altos precios de combustible, la prolongada guerra originada en la invasión a Ucrania, las altas tasas de interés y la apreciación del dólar, principalmente. El 2022, las exportaciones en volumen apenas crecieron 2,7 % al año y declinaron -0,3 % anual en el primer trimestre del 2023.

El 2022, las exportaciones en dólares se incrementaron 11 % respecto al 2021, por el aumento de precios de varios productos primarios, pese a que ya descendieron de los máximos que alcanzaron el año pasado. El análisis trimestral de la variación anual en dólares de las exportaciones mundiales refleja un descenso sostenido: de crecer 17 % anual en el segundo trimestre del 2022, baja a -2 % anual en el primer trimestre del 2023. La variación del valor de las exportaciones latinoamericanas, para los mismos trimestres, cayó de 20 % a 0 % anual.

Otros indicadores relacionan el debilitamiento de las exportaciones de bienes manufacturados con reducción de presiones inflacionarias y estabilidad en la cadena de suministros. El índice de manejo de compras globales (PMI) y el índice de nuevas órdenes de exportación puntúa apenas debajo de 50, anunciando que el debilitamiento del comercio de bienes continuará aún. Otros subíndices como precios de entrada y salida, inventarios de productos terminados y tiempos de entrega de proveedores convergen al valor base 50. Esto explicaría la reducción de presiones inflacionarias y que habrían desaparecido los desequilibrios en la cadena de suministros.

El comercio internacional de servicios, en cambio, “continúa rebotando fuertemente”: creció 15 % el 2022, impulsado por viajes internacionales (70 % anual) y servicios de computación (44 % sobre el 2019). Además, los servicios entregados digitalmente (videojuegos, consultoría, etc.) alcanzaron el 54 % del total de servicios exportados y el 12 % del comercio mundial.

El comercio intrarregional de bienes y servicios de América Latina tiene mucho por crecer: este alcanza el 15 % de bienes exportados y en servicios entregados digitalmente, el 8 %. Cifras muy pequeñas en relación con el comercio intrarregional de la Unión Europea y Asia.

Los escenarios y oportunidades por sector exportador son numerosos, atractivos y desafiantes para los ecuatorianos. El debilitamiento del mercado externo global de bienes obliga a continuar (o iniciar) inversiones en productividad, mayor agregación de valor y nuevos niveles de calidad de respuesta, para mantener mercados y ojalá conquistar nuevos. El crecimiento del mercado global de servicios demanda contar con una estrategia público-privada de servicios con potencial, para volcar las capacidades locales hacia el éxito internacional. Es ahora. (O)