La revista The Economist publicó el 8 de junio un artículo titulado “¿Por qué los trabajadores latinoamericanos son tan sorprendentemente improductivos?”. El subtítulo original, “Una tierra de trabajadores inútiles”, causó protestas, por tener connotaciones peyorativas, por lo cual lo cambiaron a “trabajadores frustrados”.

El artículo destaca que en 1962 el ingreso per cápita de América Latina era tres veces mayor que el de Asia oriental; hacia 2012 ambas regiones tenían el mismo nivel. Para 2022, el este de Asia tenía un ingreso 40 % más alto que el de América Latina.

Teniendo en cuenta el poder adquisitivo, el PIB per cápita de América Latina se ha estancado en poco más de la cuarta parte del de Estados Unidos durante las últimas tres décadas. Según el Banco Mundial, entre 2010 y 2020 América Latina fue la región que menos creció en el mundo; en 2023 crecerá en 1.9 %, y en 2024 en 2 %, menos que el promedio de 4 % de los mercados emergentes.

El crecimiento anual de la productividad en la región ha languidecido entre 0,2% y 0,5% desde 2000, según el Banco Mundial. En Asia del Este ha aumentado más de 2 % cada año.

La revista atribuye la baja productividad regional a varios factores:

  • A diferencia de otras regiones, como Europa o China, la población sigue creciendo; la relación de dependencia entre trabajadores activos y jubilados es relativamente alta y no alcanzará un máximo hasta 2030 (China lo alcanzó en 2011). Esto mas bien apuntaría a mayor crecimiento.
  • La inversión es relativamente baja, 20 % del PIB (comparado con 25 % en promedio de los países emergentes). La inversión extranjera directa tampoco es elevada (en Ecuador se ha mantenido por debajo de 1 % del PIB).
  • Baja calidad de la educación. En pruebas estandarizadas, los países de América Latina se encontraban tres años por debajo de sus pares en ciencia, matemáticas e inglés. Dichas brechas se han agravado con la pandemia, dado que las escuelas en la región estuvieron cerradas en promedio 158 días, comparado con un promedio global de 95 días.
  • Hay muchos oligopolios en el sector productivo. 50 empresas en Chile representan 70 % del PIB; en Colombia, empresas estatales representaban 25 % de los ingresos de las 100 empresas más grandes. En Ecuador, según mi estudio, los ingresos de los 27 principales grupos económicos aumentaron del 28,4 % del valor agregado bruto del Ecuador en 2013 a 29,6 % en 2017.
  • Los gobiernos mantienen proteccionismo a industrias poco competitivas, y existen altos niveles de corrupción.
  • El sector informal es grande, fluctuando entre 50 % de la población ocupada (Brasil, Perú) y 82 % en Bolivia. En Ecuador, el “empleo adecuado” alcanzó a 35 %, mientras que el sector informal alcanzó el 54 %. Las empresas que contratan a trabajadores informales suelen ser pequeñas y poco productivas. Esto se debe en parte al alto costo de despedir a trabajadores formales, junto a los elevados costos laborales (en el Ecuador, el salario mínimo de $450 excede al “ingreso laboral mediano” de $379).

Se requiere una reforma laboral, pero parece que Lasso no se animará a presentarla por Decreto Ejecutivo. También se necesita mejorar la calidad de la educación en todos los niveles, incluyendo la capacitación profesional; promover la inversión en energía renovable y tecnologías verdes; fomentar la innovación y las tecnologías de información y comunicación. En este artículo enumeraba otras políticas para fomentar la productividad: https://luisfierro.substack.com/p/politicas-de-reactivacion-frente-la. (O)