Para ayudar a quienes han caído en la adicción no se necesita incluir a la mortal droga sintética fentanilo en la tabla de consumo. La evidencia de que una persona es adicta debe ser su estado de salud, mas, no el porte de droga.

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Como agravante, los niños y adolescentes empiezan a decir que el “consumo de droga es legal”. Eso es lo que queda en el “imaginario” de quienes no tienen desarrollada su corteza prefrontal, área responsable de habilidades como planificar, establecer prioridades y tomar buenas decisiones.

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Ciertamente se precisa de más médicos en hospitales públicos, con énfasis en salud mental, no solo para adicciones, sino para tratar casos de depresión y evitar suicidios. Pero además se debe crear una ley, para que quienes se encuentren en esa condición reciban atención médica hasta controlar su adicción y para que no sean victimizados.

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Al no incrementar los ítems de una tabla, que lamentablemente genera microtráfico y muertes por supuestos “controles de territorios”, se puede atender este grave problema de salud. (O)

Diego Fabián Valdivieso Anda, economista, Quito