Esta es una sección importante de los periódicos. Es aquí donde, de manera espontánea y bien podría afirmarse basados en las experiencias, la ciudadanía expresa sus opiniones, sentimientos y pesares sobre situaciones que la aquejan o benefician, por lo cual leemos temas de interés políticos, sociales, económicos, culturales, profesionales, laborales y jurídicos. La agenda o repertorio es de índole variadísima.

Lo destacamos como una interacción entre el lector que escribe y el periódico editor. La importancia deviene en que quien envía su comentario se obliga de manera tajante y sincera a manifestar e intentar hacer una interpretación del tema tratado en interés colectivo. El significado es sustancial y es un aporte a la colectividad.

Si obramos así, estamos poniendo semillas en lo ético y moral, estos fundamentos filosóficos estrechamente vinculados, pero separados por una finísima línea.

Se debe puntualizar que en la sección “Cartas de lectores” todas las opiniones o comentarios gozan de un digno aprecio, respeto y estima con sentido democrático por parte de los editores, donde no es obligatorio presentar perfecciones; solo basta el interés participativo de la diafanidad de los conceptos tratados.

Publicidad

Con mi tercera edad a cuestas, valoro más las ocurrencias emitidas en los memes, que se los ha propuesto como un posible mecanismo de evolución cultural y que están siendo utilizados para promocionar mercancías, conceptos de correspondencia de persona a persona por cualquier medio virtual. Transitamos, corremos y volamos en esta época de las redes sociales, pero en su desenfrenado afán surge el irrespetar con burlas de mal gusto. Bien lo proclamó Borís Pasternak, poeta y novelista, al decir que el hombre pareciera que está predestinado a dañar todo lo bello. Las redes sociales acusan un alto porcentaje de incredulidad, y hay quienes, sin sopesar contenidos, toman a pecho y como verdad absoluta las reales mentiras fácilmente comprobables, las hacen valederas y, más aún, las diversifican.

Es el momento no de censurar, sino de alertar para que se sepa discernir entre lo correcto e incorrecto. Si obramos así, estamos poniendo semillas en lo ético y moral, estos fundamentos filosóficos estrechamente vinculados, pero separados por una finísima línea. Lo ético siendo las normas del bien y el mal ampliamente aceptadas por la sociedad. Mientras que la moral, las convicciones personales del bien y del mal. Tenemos a nuestra disposición el arma de las ideas enviando nuestras opiniones a las secciones “Cartas de lectores”. Agradecemos a los medios impresos del país que continúen proporcionando sus páginas para que la virtud de la verdad nos brinde sus galas.

Aprovecho esta oportunidad para enviar a los directivos, empleados, trabajadores de los periódicos y a los lectores una feliz Navidad y un radiante y próspero año nuevo. (O)

Publicidad

César Antonio Jijón Sánchez, Daule