Estamos con atentados, amenazas, crímenes y delincuencia organizada, para colmo, migración extranjera de dudosa procedencia entra a Ecuador a “trabajar”, pero es a realizar delitos. Muchas de estas personas que vienen de países de Latinoamérica y de Europa nadie las controla, entran fácil al país a cumplir asesinatos.

La televisión pasó imágenes de dos personas de esta clase peligrosa. Dos mujeres en pantalones fajados, arregladas, se decía que eran ilegales o que sus papeles podían estar en proceso de legalización; lo cierto es que estaban armadas y se desafiaron a destrozarse, en los alrededores de nuestro Malecón Simón Bolívar que debe ser sitio solo para el turismo decente, culto, y lo deben respetar y a toda la ciudad de Guayaquil. Hicieron un escándalo, pelearon a duelo de arma blanca, cada una tenía en la mano un inmenso cuchillo, avanzaban enfrentadas y retrocedían tratando de herirse, enterrar el cuchillo en la humanidad de su oponente.

Un policía del Malecón, desarmado, vio, se fue más lejos ya que las dos antisociales estaban portándose salvajemente, por lo tanto podían matar al pobre señor guardia ecuatoriano. En informativos de la televisión de las 08:00, los locutores comentaban asustados y muy indignados observando el video de las mujeres mayores de unos 30 a 40 años de edad, que se insultaban con el deseo de ganar la pelea de cuál clavaba primero el cuchillo en el cuerpo o mataba. No supimos el desenlace de la noticia. Los televidentes nos preguntamos ¿cómo es que un duelo armado en un punto en todo el centro de Guayaquil donde están cerca la Gobernación, la Alcaldía, la Prefectura, las intendencias, la Zona Militar, etc., no fueron autoridades del orden a detener y conducir a la cárcel con 25 años de encierro o mandarlas a sus países corruptos y entregarlas a la justicia? (O)

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Heriberto Flores, Guayaquil