Se ha puesto sobre el escenario político una curiosa y pintoresca campaña denominada “el borreguismo”, la cual consiste en identificar a simpatizantes del socialismo como “borreguitos”.

Las caricaturas hechas con inteligencia artificial –(ciencia informática para un aprendizaje profundo)– han invadido las redes sociales e incluso ya se venden en prendas de vestir y otros productos, realmente han causado un fulgor en el mercado. A simple vista parece una novedosa e inofensiva campaña de marketing electoral, pero reflexionemos más fríamente ¿qué hay detrás del “borreguismo”? En nuestro contexto nacional, en los últimos años el término borrego ha sido utilizado para denunciar el fanatismo, la fe ciega y peligrosa hacia un líder demagogo y corrupto. Sin embargo, al día de hoy con esta campaña, vemos cómo se utiliza el término borrego como si fuese una medalla de la cual debe sentirse orgullo. Pero ¿orgullo de qué? No se puede sentir orgullo de políticas económicas que obligaron a empresas ecuatorianas a irse al extranjero, ni se puede aplaudir obras a sobreprecio que evidencian el gran asalto que sufrió por 10 años el pueblo ecuatoriano. No se puede sentir honra por ser minimizado a nivel de un animal, de un borrego, que no tiene pensamiento crítico, que es un ser que solo sigue órdenes sin cuestionamientos, que es guiado por un pastor que tiene como objetivo beneficiarse de su carne y lana; así como el ‘pastor’, es decir, cierto político “líder” que busca vivir de la carne y los recursos de todos los ecuatorianos. El ecuatoriano no es ningún borrego, no es parte de ninguna masa carente de pensamiento. Cada ecuatoriano es un individuo con sueños y metas propias que busca realizarse mediante trabajo y esfuerzo honrado. En estas elecciones debemos optar por el candidato que represente el espíritu de lucha y trabajo honesto, que tiene cada ecuatoriano. No podemos permitir la instauración de una borregocracia que busca desfalcar al pueblo ecuatoriano, aplastando nuestros derechos individuales y nuestra dignidad. Jamás aceptemos ser llamados borregos y sigamos siempre en pie de lucha por la libertad y prosperidad del Ecuador. (O)

Carlos Enrique Vallarino Herrera, Salinas, Santa Elena