Al tocar fondo se arriba a un punto en el cual necesariamente hay que cambiar. En el plano político hemos llegado a este punto, pues contamos con personajes del partido que nos gobierna (con honrosas excepciones) descalificados para ser líderes, nos recuerdan a los jefes de las bandas, mafias, pandillas. Ese no es el Ecuador que queremos en el presente y tampoco en el futuro, para forjar las instituciones que den estabilidad económica y superar esta etapa de adversidad, generando las capacidades y habilidades en nuestra sociedad y en la economía para recuperarse tras esta gran perturbación de la década pasada.

En lo económico vamos en el camino de tocar fondo. No se debe postergar más la implementación de un programa macroeconómico integral y gradual, que tenga como objetivo incrementar el empleo de calidad, basado en al menos tres pilares claves: incentivar la competitividad y productividad de las empresas grandes, medianas y de la economía popular y solidaria, para que oferten productos de calidad al mercado interno y entreguen productos competitivos en los mercados internacionales. Promover las exportaciones, que tengan como base una política comercial de reducción del precio de las materias primas y una amigable política laboral, cuyo objetivo sea el ingreso de dólares para fortalecer la dolarización. Finalmente, un proceso sistemático de disminución del déficit público, mediante el recorte del gasto ineficiente, la gestión razonable del endeudamiento en términos de transparentar el uso de los fondos de la deuda y sus condiciones, alargar los plazos y reducir las tasas de interés.

Esperamos que las nuevas autoridades económicas comprendan que la mejor política social consiste en incrementar el empleo de calidad y una inteligente política de subsidios focalizados, que será posible al implementar un programa macroeconómico integral, gradual...

Esperamos que las nuevas autoridades económicas comprendan que la mejor política social consiste en incrementar el empleo de calidad y una inteligente política de subsidios focalizados, que será posible al implementar un programa macroeconómico integral, gradual, caso contrario seguiremos como hasta hoy, con nuevos déficits fiscales superiores a los presupuestados.

Así como un exministro de Finanzas que, con desembarazo, indicaba que “la deuda pública ha crecido muy rápidamente en los últimos años y nos está limitando recursos que podríamos usar para inversión productiva”, además este exministro de buen corazón señalaba que “la reducción de la burocracia” que le sugerían varios economistas no estaba en sus “planes”… “Yo sé lo que es que un padre de familia se quede en la calle, viví eso…”. El “buen corazón” del exministro olvidaba que los sueldos de los burócratas se pagan con los impuestos de los ecuatorianos, con la deuda insostenible que él contrataba, que su “buen corazón” debía hacer “política económica seria”, priorizando el incremento del empleo de calidad para la mayoría de ecuatorianos, puesto que no todos viven de sueldos del Estado.

Estamos “tocando fondo”, para resurgir requerimos autoridades económicas pragmáticas que den seguridad a los mercados internacionales, dialoguen con el sector privado y la economía popular y solidaria, los fortalezcan, para que incrementen su producción y ventas, puedan cumplir con el pago de deudas a las instituciones financieras. En fin, un Estado incentivador de la productividad e innovación, promotor de la transparencia e información.(O)