No solo que no dejaron la mesa servida, sino que quedó la vajilla sucia y se robaron los cubiertos. Tras el pantagruélico atracón de diez años de correísmo, su legado son huesos pelados, botellas vacías e inodoros ocluidos. El presidente Moreno, solícito nuevo anfitrión, prepara una nueva comida para los ecuatorianos. Ofreció una sopita como tentempié, consulta la llamó. Advertimos que este sería un potaje diluido con poca sustancia. Una vez servido vemos que, si bien viene con dos o tres buenas papas, no es mayor cosa. Analicemos sus ingredientes. Me baso, cierto es, en opiniones de otros expertos gastrónomos, pueden llámarlos analistas.

Veamos las buenas papas, como la derogatoria de la ley que incrementa el impuesto a la plusvalía. Este despropósito, que por sí solo demuestra la inepcia económica del caudillo, podría arrumbarse con un acto legislativo pero el congreso, dominado por una mayoría que, acostumbrada a obedecer, ahora tiene que decidir entre varias opciones, es impredecible. Por eso el peligroso recurso de la consulta popular. Mas al voltear el tubérculo, nos damos cuenta de que está agusanado. Una vez expresada la voluntad popular, tendremos que regresar al congreso para que allí se apruebe una ley que derogue la anterior. Si lo que se quería era no exponerse al capricho legislativo, ¿para qué esta vuelta que lo complicará todo? ¿A qué jugamos? Que las penas contra los abusadores de menores no prescriban parece buena medida, tanto que no hay necesidad de consultarla. Tengo la impresión, que confirmaron o no los especialistas en derecho comparado, de que, en general, en Ecuador los plazos de prescripción de los delitos son demasiado cortos. Sin embargo, esta nueva ley debe ser cuidadosamente reglada, para evitar que adultos la utilicen como medio de chantaje o venganza. El manejo de este gravísimo delito es muy delicado y complejo siempre, imaginen cómo será si entre el juicio y los hechos han transcurrido, digamos, treinta años.

Las papas políticas comienzan con la prohibición de la reelección indefinida, más encaminada a resolver las diferencias entre los líderes de la AP, que a buscar una auténtica alternancia republicana. La experiencia histórica del país es que los mejores presidentes han sido aquellos que gobernaron por un solo periodo y que si hay reelección, incluso por una sola vez, los mandatarios trabajan no en función del bienestar de la nación, sino en el intento de ganar los siguientes comicios, por tanto debe limitarse a una sola ocasión el ejercicio de cualquier cargo elegido. Por sus delicadas funciones la elección de un consejo de control social exige una reflexión que no es posible en los avatares de una campaña política y su designación debe ser indirecta. Papa dañada. Los otros ingredientes son condimentos o guarniciones, nada que alimente. Ingenuos aquellos que creyeron que un gobierno dominado por figuras duras del correísmo sería capaz de desmontar el Estado autoritario creado por el perverso mamotreto de Montecristi y por el ejercicio concentrador del poder durante una década. El plato fuerte de una verdadera reforma tendrá que esperar... (O)