En los 365 días del año multiplicamos celebraciones: día de la madre, del padre, el abuelo, el nutricionista, la secretaria, la paz, la democracia, los muertos, los vivos, el calentamiento global, el apocalipsis. Se honra a la mujer en sus días, que sea madre soltera, obrera, secretaria, millonaria o pobre como Job, se convierte en nebulosa abstracción capaz de llenar calendarios, cuñas comerciales, promover automóviles, detergentes, toallas sanitarias, todo lo que sea vendible. La televisión se encarga de exhibir artefactos electrodomésticos y automóviles “para mamá”. Supuestamente el mensaje logra mayor impacto si la mujer es joven, aparece en bikini o lleva sus años con alcurnia, elegancia, ropa de moda. Cuando escribí acerca de las prostitutas, recibí una carta emotiva de la asociación de trabajadoras sexuales Primero de Agosto, en la que me preguntaban cómo había podido intuir lo que pasaba en sus almas más allá de su piel. La oratoria barata confina a la mujer entre rosales, exige su virginidad como sello de garantía, tiene que ser la “ab-negada”, la guardaespaldas, la pararrayos del hogar, dejando ambiciones y sueños a un lado. Simone de Beauvoir denunció la condición de tantas mujeres que dependen económicamente de su marido luego no tienen posibilidad de independizarse. Unas, sin embargo, logran pilotar Boeing, ser ministras, presidentas, escritoras famosas, cirujanas, profesionales en todas las ramas.
La mujer convertida en objeto, sometida a humillaciones, palizas, golpes a lo largo del año, aparece entre mayo y junio como sublimada, promocionada, se le enchufa una cocina de inducción, un ventilador, un televisor, un ramillete de flores, una poema cursi, luego ella se va a la cocina para agasajar a quienes supuestamente la están homenajeando: no es una ley ni tampoco generalizo, quedan felizmente quienes a lo largo del año siguen valorándola por lo que es en su esencia. Un promedio mensual de 3.746 noticias de delito por violencia psicológica y 390 noticias de ataque físico por violación se publica, basado en investigaciones, a nivel nacional entre agosto del 2014 y mayo del 2016, según la Fiscalía General del Estado. Cada año, más de 100.000 mujeres y niñas son asesinadas de manera violenta en el mundo. No se puede solucionar esta triste realidad con una volqueta de regalos entre mayo y junio. Poco se habla de la extirpación del clítoris, esclavitud sexual, trata de blancas o de negras, violencia sexual, patrimonial, económica, doméstica, acoso callejero, piropos denigrantes, violencia obstétrica, apropiación de los cuerpos, violencia mediática, institucional, crímenes por homofobia, mientras las revistas de la jet set exhiben a las famosas cuando dejan al descubierto por estudiado descuido su ropa interior de Leonisa, Victoria Secret, Gucci o Petit Bateau. El celular ha dado muerte a las tertulias, la televisión a los libros, la cultura general luce innecesaria, hay que vivir sin hacer preguntas, ¿Será que estamos presenciando el final de una civilización? ¿Será más importante lo que compramos o poseemos? Llega el momento en que no deseamos asumirnos como realmente somos sino como nos conviene lucir en los ojos de los demás. Manolo, amigo realista de Mafalda, lo resume así: “Si no tienes, ni siquiera eres”. (O)