“¿Y las demás preguntas?”; “Quedaron muchos temas fuera”; “Lenín me quedó debiendo”; “Lenín debió incluir una pregunta sobre la Ley de Comunicación”… así eran las decenas de comentarios que leí entre familiares, amigos y en redes sociales. La verdad, cuando yo escuché las preguntas presentadas por el licenciado para la consulta, no puedo mentirles, me sentí esperanzada. En ningún momento se me ocurrió ninguno de los comentarios que compartí con ustedes. No es que ahora ya crea ciegamente en Lenín, pero no puedo negar que los temas que incluyó para la consulta son temas importantes y por muchos años, muchos ciudadanos críticos luchamos para que sean tomados en cuenta y el pueblo sea consultado sobre ellos.

Ahora, de repente, mucha gente olvidó eso. Ahora, mucha gente olvidó también que Lenín no era el candidato de la oposición, que era el candidato oficialista. El licenciado era el candidato de la revolución ciudadana y es el actual presidente. Yo les pregunto a todos esos amnésicos: ¿A cuenta de qué Lenín tenía que acoger muchos de los temas de la oposición para incluirlos en la consulta? A cuenta de nada. Antes cabe reconocer que es un gran avance que el licenciado lo haya hecho. Esto nos da una pauta de que tal vez sí va en serio su distanciamiento del correísmo, de que tal vez sí va en serio lo que ha venido diciendo desde que se posesionó como presidente. Tal vez sí quiere que Ecuador recobre la libertad, la democracia y los derechos perdidos durante el gobierno del loco del ático.

¿Dejó muchos temas fuera de la mesa? ¡Ah pues! ¿Ahora somos nosotros los que queremos “la mesa servida”? Nosotros debemos seguir trabajando por lo demás no incluido en la consulta. Aprovechemos este pasito y tomemos aire e impulso; hay aún un gran camino por recorrer como oposición. Es más, creo que es el momento de redefinirnos como tal, hay que analizar qué clase de oposición debemos y necesitamos ser ahora. Porque la clase de oposición que se venía siendo con el fascista Correa ya no aplica a este nuevo gobierno. Hay que seguir atentos y vigilantes, sí, seguir exigiendo al mandatario y resto de funcionarios públicos que su servicio a los ecuatorianos sea uno de transparencia y rendición de cuentas. Pero ya no podemos oponernos a todo, cuando al parecer ahora pueden surgir temas que nos hagan coincidir en lugar de distanciarnos más.

Es realmente difícil descifrar esta nueva forma de oposición, pero no creo que sea imposible. Invito a politólogos, a mis colegas columnistas y a todos aquellos grandes opositores que durante tantos años, con sus ideas, nos inspiraron a no desmayar por la lucha de la democracia y la verdad, a pronunciarse sobre este dilema, que nos den su luz. Es momento de re-unificar a la oposición y evitar otro retroceso. Ya no importa si Lenín acogió ideas de este o aquel partido específico para la consulta. Por favor, pasen la página. Lo importante es que acogió varias demandas ciudadanas, punto.

Sea como sea, este es solo un pequeño paso, un inicio, un punto de partida… ¡el resto depende de nosotros! (O)