Con un buen amigo conversábamos sobre mejorar el agro del Ecuador, me decía que desde 1960 se habla de esto.
El Censo Nacional de 1950 demostró que Ecuador tenía un sistema productivo agropecuario medieval con concentración de grandes extensiones de tierras productivas en manos de pocas personas (latifundios), y millones de campesinos con pocas extensiones o alquilaban pequeñas parcelas (minifundios). Ambos extremos, improductivos. Las proyecciones indican que para este año en el campo la población estará en el orden del 31%, es decir, en manos de este porcentaje está la soberanía alimentaria y la producción de materias primas para la industria. O sea los grupos afroecuatorianos, indígenas y montuvios son las etnias más importantes de la economía nacional. Según informes de ProEcuador, en este año existe un importante repunte de exportaciones no petroleras que ha permitido ingreso de divisas al país, por citar, banano, plátano, acuacultura, pesca, cacao y elaborados, café y elaborados, flores y plantas, alimentos procesados, cuero y calzado, botones de tagua, artesanías, agroindustria en general. Todos, productos de origen agrícola. Si es importante el ingreso de divisas por productos de origen agropecuario, ¿por qué las personas que viven en el campo no pueden cubrir dignamente sus necesidades básicas? La respuesta es por falta de liderazgo. Ha sido necesario replantear y analizar el liderazgo agrícola nacional, para retomar acciones en beneficio de los productores agropecuarios del país. Días atrás en una hacienda en la cuenca baja del Guayas, líderes montuvios analizaron la situación del campo, dando como resultado la formación de una corporación de productores agropecuarios de Guayas para formar nuevos líderes agropecuarios, desarrollar proyectos con el Estado, mejorar la comercialización, desarrollar agroindustria asociativa, ocupar espacios donde se ayude al sector. Nueva forma de pensar, con nuevos actores.(O)
Pedro Pablo Jijón Ochoa, Guayaquil