Lo que hoy hace el presidente Lenín Moreno es dialogar, transparentar cifras. Estas acciones le están pasando factura. Las encuestas señalan que su popularidad ha aumentado, pero se ha ganado un opositor inesperado, Rafael Correa que desde Bélgica y vía redes sociales manifiesta su inconformidad tildándolo de ingrato, traidor y mediocre.

Correa pide gratitud, sin embargo se olvida que fue ingrato con el expresidente Gustavo Noboa, quien fue su mentor y consejero; considerándolo como a un hijo le consiguió empleo estable, beca en universidad...; esto dicho por el hermano de Correa. A pesar de todos los favores y consideraciones, ya en el poder, declaró que el doctor Noboa es un “inútil completo, pero un inútil honesto”, y en su gobierno le promovieron juicios políticos. Es evidente que no conoce y no caminan por las sendas de la gratitud y la lealtad. “Gratitud siempre, al favor, es un deber justo y grato; y por eso el hombre ingrato es un monstruo que da horror”, José Joaquín de Olmedo.(O)

Ronald Cañola Aveiga,
30 años, Guayaquil