En el mundo académico existen estudios acerca de la naturaleza ambigua de la utilización de los resultados de ciertas evaluaciones estandarizadas (PISA, TERCE). ¿Cuál es exactamente el objetivo de estos exámenes?, ¿medir los conocimientos de los estudiantes con fines formativos y correctivos del sistema educacional, o cubrir la demanda de trabajos acordes con las necesidades económicas del país? ¿Quién decide el futuro ocupacional de los educandos?
Que los estudiantes no obtengan cierto puntaje “no requerido” en la prueba Ser Bachiller refleja el trabajo de todo el sistema educacional. También se debería realizar un estudio profundo del serio impacto social causado por el fracaso de no poder acceder a la educación superior. Una vez deconstruidos los paradigmas de la importancia del “gran test”, los educadores podríamos generalizar maneras alternativas de evaluar a nuestros estudiantes (algunas ya en práctica en aulas), o generar nuevas ideas de manera conjunta.(O)
Ricardo H. Chóez Dávila,
Educador; Vancouver, Canadá