Los biopolímeros son materiales naturales o sintéticos compatibles con el ser vivo, como primera clasificación están las proteínas como la fibroína, las globulinas, los polisacáridos, la glucosa, los alginatos, los ácidos nucleicos como el ADN, ARN. Existen en la tierra la celulosa y la quitina que se encuentran en insectos, crustáceos o arácnidos. Tienen un alto índice de polidispersidad. Dentro de los biopolímeros sintéticos empleados están los poliuretanos, las siliconas, los polimetilmetacrilato, policaprolactona, poliácido glicólito y el alcohol polivinílico. Otros son los sintetizados artificialmente, pero a partir de sustancias naturales como el ácido poliláctico, el polietileno derivado de la caña de azúcar y los celuloides o geopolímeros que lo utilizan sustituyendo al cemento tradicional. Son utilizados en muchos países en el cuerpo humano para el relleno y aumento, especialmente en los glúteos, en la cara, muslos o antebrazos. Se debe tener precaución con el origen de estos productos ya que pueden producir daños o rechazo generando una reacción inflamatoria, granulomas, endurecimiento, calor, rubor hasta necrosis en la piel o en el tejido graso, acompañado de infecciones recurrentes; y si es inyectado en un vaso sanguíneo, puede viajar por esa vía produciendo embolia o fallecimiento por cuerpo extraño.

Otro producto utilizado a nivel mundial es el ácido hialurónico, que es un polisacárido encontrado en el humor vítreo, sinovia y en el tejido conjuntivo colágeno, concentrándose en las articulaciones, cartílagos y en la piel. Fue descubierto por el alemán Kar Meyer en 1934 en el vítreo de los ojos de la vaca, utilizado por primera vez en 1942 por el húngaro Endre Balazs extrayéndolo de las crestas de los gallos. Desde 1996 es utilizado en el área cosmética, se emplea como hidratante en el área epidérmica para el tratamiento de arrugas faciales y de relleno, lo que multiplica el resultado rejuvenecedor mediante infiltraciones e inclusive es utilizado en el acné severo y otros problemas cutáneos con pérdida de piel, también en heridas o úlceras en forma tópica o en la artrosis para reducir la inflamación. No está comprobado que el ácido hialurónico es causante directo de cáncer, pero sí incide en la aparición de efectos secundarios como enrojecimiento o edema, dolor, hinchazón, picazón que en algunos casos desaparecen a las 48 horas de su inoculación.

Lo más importante de estos tipos de procedimientos, sean estos naturales o sintéticos, es advertir de los efectos secundarios o reacciones alérgicas. Las infiltraciones e inyecciones solo deben ponerlas personal calificado y con estudios específicos en esa materia. No se debe administrar en embarazadas o en proceso de lactancia. No se debe ingerir vitamina E, antiinflamatorios no esteroides o aspirina ya que pueden aumentar la inflamación o producir hemorragias posinfiltración. Se debe tener en cuenta que no todos los organismos reaccionan por igual y en algunos casos su daño es irreversible. La belleza natural es absoluta e incondicionada (Platón), lo artificial puede ser negativo e irreparable.(O)