Meditaba en cómo lograr que el sector campesino eleve su nivel financiero, social y emotivo. Me dispuse a realizar una encuesta en mi cuenta tuitera que decía, ¿considera usted que el agroturismo es una buena opción de ingresos para los gremios agropecuarios?, dando como resultado que el 89% de participantes opinó que sí era una buena opción de ingresos económicos para el sector. También a realicé un inventario nacional de zonas de agroturismo; las opiniones se manifestaron en señalar opciones y lugares para esta creciente industria, tales como las islas Galápagos, la navegación en canoa por el río Daule, las cabalgatas en Salitre y General Vernaza, Guayas; la cascada Paila Mocha en el cantón 24 de Mayo, Manabí; cantón Zaruma, El Oro; haciendas cacaoteras de la Costa; los temascales para la medicina ancestral en Azuay... Se habla mucho de la reconversión de las áreas agrícolas, optimización de cultivos, nuevos productos exportables, pero no se habla del agroturismo como explotación agropecuaria como concepto bien concebido. El agroturismo debe conjugar varias aristas para ser exitoso, es el contacto directo con la vida rural, las tradiciones, gastronomía, riqueza cultural; es disfrute de la naturaleza, la conversación con los campesinos, el conocimiento histórico del lugar; además de la calidad en la prestación del servicio y su adecuada promoción en redes sociales. Los líderes agropecuarios deben reconocer que el turismo es uno de los rubros más importantes en la economía de un país, y hacer conciencia en sus bases que debe ser una actividad complementaria que ayuda a la economía, y que se puede convertir en la actividad principal de la economía de los gremios agropecuarios y del país.(O)
Pedro Pablo Jijón Ochoa, Guayaquil