Durante sus campañas los líderes políticos ecuatorianos, especialmente los que están como candidatos a la segunda vuelta electoral, no se han pronunciado sobre alguna propuesta integral que busque implementar un desarrollo sostenible para el país. Se han enfocado, principalmente, en el pasado, lo que se hizo y no se hizo, la corrupción y el feriado bancario. Se han sacado los cueros personales al sol. Aunque han propuesto proyectos que pretenden brindar una esperanza y solución a la situación actual del país por medio de la generación de empleo, bajando o eliminando impuestos y entregando vivienda digna, no son propuestas nuevas, innovadoras o integrales y ninguno ha mencionado el aspecto ambiental.

Si queremos trabajar en un verdadero cambio y desarrollo para el país, más aún con la amenaza inminente del cambio climático, hay que proponer un desarrollo sostenible y crear una cultura ambiental. Esto no es cosa de fanáticos ambientalistas, ni de fundaciones pro ambiente o de hippies. Por ejemplo, el sector empresarial latinoamericano generó una cultura administrativa que guía al empresariado para asumir una responsabilidad con la sociedad y adquiera una mayor responsabilidad ambiental. A diferencia de lo que pudiera pensarse, las empresas no necesitan hacer a un lado sus actuales prácticas y procesos de producción para convertirse en empresas "ecoeficientes" sino, que buscan crear más bienes y servicios por medio de una eficiencia ecológica.

Con respecto al cambio climático, se prevé que sus consecuencias dejarían pequeños los efectos de cualquier crisis económica de no seguir asumiendo compromisos de reducción y mitigación. Los efectos ya se han empezado a sentir y la comunidad científica prevé un agravamiento de los fenómenos meteorológicos extremos en todo el planeta. Para países como el nuestro, principalmente en las comunidades más pobres, el cambio climático se perfila como una amenaza directa, especialmente a los más vulnerables a los fenómenos ambientales adversos.

Trabajar en inculcar una cultura ambiental e incluir el aspecto ambiental como un pilar más junto al aspecto económico y social, representa el presente y el futuro inmediato de nuestro país. Por eso quiero aprovechar la coyuntura de la segunda vuelta para exponerles unas preguntas a los candidatos a la presidencia y conocer sus posturas con respecto al aspecto ambiental. Tal vez pueda o no conseguir sus respuestas pero hasta entonces, entrevistaré a diferentes profesionales para analizar este tema y conocer sus puntos de vista:

1. ¿Qué opina usted sobre la postura y acciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con respecto al cambio climático y cómo podría dicha postura afectar o beneficiar a Ecuador?

2. ¿Considera importante proteger la biodiversidad ecuatoriana y sus saberes ancestrales? ¿Por qué? ¿Son o podrían ser una fuente de ingresos significativa para el país?

3. ¿Debemos y podemos continuar dependiendo del petróleo como nuestra principal fuente de ingreso? ¿Cuál sería una alternativa viable?

4. ¿Usted considera que el gobierno está garantizando a la ciudadanía el fácil y adecuado acceso a los elementos básicos primordiales para la vida, tales como el agua y el aire limpio y la seguridad alimentaria? ¿De qué manera?

5. ¿Considera que Ecuador es un país resiliente ante el cambio climático? ¿La ciudadanía sabe cómo y está lista para adaptarse a cualquier evento natural?

6. ¿Qué hace falta para lograr implementar un verdadero sistema de reciclaje? ¿Ayudaría el reciclaje a mitigar el cambio climático?

7. ¿Considera que Ecuador está administrando correctamente y realizando los esfuerzos necesarios para conservar sus bosques y recursos naturales?

8. ¿Qué planea hacer con el Ministerio del Ambiente?