Donald Trump competirá con Hillary Clinton por la Presidencia de Estados Unidos. Su nominación no termina de sorprender en esa sociedad y en el mundo. Es que es un outsider en el partido del elefante, carece de trayectoria política y llegó sin el padrinazgo de los patriarcas.

Algunos sostienen que no debería extrañar, pues además de las predicciones de gente importante, que lo ven sentado en la sala oval de la Casa Blanca, hasta la familia de los Simpsons lo vaticinó en un programa del año 2000.

Nacido en New York, es el primer candidato advenedizo desde 1940 del partido Republicano; capitalizó en sus parciales insatisfacciones y el temor a la “amenaza” de Hillary Clinton, anunciada continuadora de las políticas del presidente Obama. Políticas ratificadas, entre otras, en el forzado acuerdo entre ella y el radicalista precandidato Sanders.

Por lo anterior, el magnate también es amenaza para el actual modelo de gobierno. Trump afirma que Obama ha sido desastroso para Estados Unidos. Sostiene que la economía ha colapsado, su modelo despojó puestos de trabajo, riqueza y respeto; que las fronteras permean criminales violentos; que la deuda fiscal aplastará a las próximas generaciones. Acusa al presidente Obama de haber ido por el mundo disculpándose, como si la nación más grande del mundo necesitara hacerlo, cuando es la tierra de oportunidades y libertad, tanto que hasta lo convirtió en presidente. Ha afirmado que Obama entró en el juego con esos gobiernos que están ansiosos de ver a la nación quemada. Ofrece levantar un muro fronterizo con México, no intervenir para defender a los socios de la OTAN que incumplan compromisos con EE.UU., ni en países con gobiernos autoritarios que irrespetan derechos humanos. No se ha manifestado favorable a la inmigración, a los tratados de libre comercio, ni a la libertad de prensa. De hecho, es agresivo con los medios.

También genera intranquilidad su personalidad. Esta semana, Jane Mayer (revista New Yorker) comentó sobre el coautor del libro de Donald Trump (tiene cinco) El arte de la negociación. Una mezcla de memoria autobiográfica y consejos para el éxito empresarial.

Mayer recordó que Tony Schwartz fue el “escritor fantasma” (ghostwriter) del libro de Donald Trump, en el que lo presentó ante Estados Unidos como un encantador y con una habilidad infalible para los negocios; mito de cuya creación se arrepiente. Esto último también resalta Alan Rappeport (columnista del New York Times).

Ambos periodistas relatan que Schwartz pasó 18 meses junto a Trump (1980) compartiendo su mundo; quien les expresó que el libro en realidad es una obra de ficción. Que su trabajo lo hizo por dinero y tuvo que “pintar” a Trump como simpático en vez de un magnate cruel. Que si pudiera reescribirlo, lo titularía “El sociópata”.

Schwartz les dijo que sentía un profundo remordimiento por haber contribuido a la presentación de Trump, en una forma que captó la más amplia atención y lo hizo más atractivo de lo que es. “... Creo sinceramente que si Trump gana y obtiene los códigos nucleares, hay una excelente posibilidad de que dará lugar al final de la civilización”.

Difícil decisión tienen los votantes con este tipo de “fenómeno político”, tan común en Latinoamérica. (O)