Vale hacer un alto en el camino y mirar algunas cifras claves de la economía.

1) Entorno. Los dos grandes impactos que recibió el país han mejorado. El petróleo ecuatoriano que a inicios de año llegó a un piso alrededor de 20 dólares por barril (menos, incluso, algunos días) ha superado los 40, y el dólar que por ejemplo llegó a 3.500 pesos colombianos por dólar ahora está debajo de los 3.200 (incluso menos de 2.900, algunas semanas). El futuro es incierto pero al menos parece que nos hemos alejado del piso… pero, ojo, también podría ser que ya hayamos tocado techo y venga otro desliz. Obviamente, en el entorno, el drama humano del terremoto no se puede olvidar y está ahí tristemente presente.

2) Crecimiento. Esta cifra es bastante más subjetiva porque depende de las cuentas del Banco Central. El año pasado fue algo más de 0%, y este año las diversas estimaciones van de -2% a -4,5%… ¡perdón, la del Gobierno está alrededor de 0%!

3) Empleo. En marzo (últimas cifras) el desempleo urbano (el más sensible) está en el 7,4% y el total en el 5,7%. Es decir, hay casi 500.000 personas sin empleo. Mientras tanto, el subempleo bajo sus diversas formas también ha crecido, y el empleo adecuado ha caído. Y esto empeorará desgraciadamente.

4) Sistema financiero. Hay que mirar las dos caras de la medalla. Los depósitos cayeron aceleradamente en el 2015 (hasta -12% anual), y ahora el descenso se ha estabilizado, aunque abril fue malo (ojo, mirar cifras sin incluir al Banco del Pacífico que, al ser estatal, obedece a las políticas del Gobierno). En cuanto al crédito, en el 2015 cayó poco, pero desde entonces el ajuste se ha acelerado (-9%).

5) Finanzas públicas. Hay al menos tres cifras importantes. Uno, la inversión pública que se ha ajustado en 20% o 30%, aunque este año parece recuperarse. Dos, el gasto corriente del Gobierno, cuyo ajuste es muy lento, en realidad sigue creciendo, lo que es sorprendente e inaceptable. Tres, menos recaudaciones: todos los rubros caen entre -10% y -20%, el que más el IVA. Y por todo eso, nos caen más cargas impositivas.

6) Inflación. Va a la baja, y podría incluso volverse negativa.

7) Comercio exterior. Dos vertientes. Uno, las importaciones: caída de más del 30% en relación al 2015. Dos, las exportaciones no petroleras: van por mal camino, los primeros meses del 2016 muestran un deterioro anual del 13%, que poco a poco sigue empeorando, y el acuerdo comercial con Europa tiene dificultades para su aprobación cercana.

8) Deuda. Sigue creciendo, oficialmente casi 3.000 millones adicionales en los primeros meses del año, y para mediados probablemente habremos superado los 5.000 millones sobre todo en rubros que no se contabilizan como tal. Deuda de corto plazo, ventas anticipadas de petróleo, contratos con empresas petroleras con adelanto de dinero lo cual es obviamente deuda, atrasos con proveedores, etcétera. Este año la deuda superará el 40% del PIB (el límite legal), pero no aparecerá así en las cuentas.

Usted, estimado lector, saque sus propias conclusiones sobre el comportamiento de la economía. (O)