Felicito a Diario EL UNIVERSO por la valiente entrevista publicada al suboficial Patricio Robayo (domingo 10 de enero de 2016, titulada “Patricio Robayo, del equipo de seguridad de Febres-Cordero. ‘El presidente jamás se arrodilló ante nadie...’”), sobreviviente del denominado “Taurazo”.

Robayo aclara infamias que con irritante descaro han difundido varios cobardes secuestradores (excomandos de Taura), autores del intento de magnicidio ocurrido el 16 de enero de 1987, hace exactamente 29 años. Durante muchos años se ha pretendido engañar al país con versiones sesgadas, tergiversando hechos ocurridos entonces, de tal modo que la ciudadanía y especialmente las nuevas generaciones han sido desinformadas de la realidad y muchos creen que los excomandos de Taura fueron las víctimas y no los victimarios. Los únicos sobrevivientes del equipo de seguridad presidencial de entonces, suboficial Patricio Robayo, cabo primero Carlos Solís y sargento Segundo Paspuel, tuvieron la entereza de publicar el año pasado para la memoria histórica del Ecuador, el libro Taura, 28 años después. En dicho libro ellos narran con lujo de detalles los entretelones de los sucesos protagonizados por un minúsculo grupo de comandos de la FAE, que desconociendo la autoridad presidencial ejercieron una suerte de carnicería humana, delitos que luego han sido escondidos por mentiras políticas repetidas y la impunidad lograda a través de amnistías.

Resultó patético leer dicha obra en la que, sin ánimo revanchista, sus autores –con la objetividad que permite el paso del tiempo– relatan los episodios que vivieron y las torturas que padecieron durante las horas del secuestro. Y como bien dice Robayo, quedó evidenciada la actuación parcializada de la Comisión de la Verdad que en su informe, verdadera apología del delito, pone a los alzados en armas (insurrectos) como víctimas, mientras ignoran a las verdaderas víctimas.

Mi homenaje a esos valientes soldados Robayo, Paspuel y Solís, que supieron enfrentar estos execrables hechos con pundonor y lealtad, razón por la cual fueron declarados héroes nacionales por defender el orden constitucional y democrático.(O)

Xavier Neira Menéndez, economista, Guayaquil