El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, ha demostrado en el tiempo que desempeña tan alta función, el acierto de sus votantes al confiar en él para dirigir la nación más exitosa del mundo.

No soy diplomático pero tengo sentido común y al observar el desarrollo a través de la historia, en la mayoría de las naciones el molde es el mismo políticamente hablando, mentir, ofrecer, criticar al anterior; al final faltó tiempo, pero sí se preocupan de tener un universo cautivo de electores porque se acostumbraron a disfrutar del poder y solo piensan en quedarse o regresar. Lo que Obama está haciendo en la relación de Estados Unidos y Cuba le puede permitir ser candidato al Premio Nobel de la Paz. Lo más importante será terminar con la injusticia de un pueblo sin oportunidad de conocer un mundo mejor, y a políticos les cierre el espacio de engañar a su pueblo y permitir que pueda llevar una vida con dignidad y con todos los adelantos de la ciencia para el buen vivir. Si las cosas siguen por ese rumbo, el pueblo cubano en futuro cercano cambiará su forma de vida y su criterio, de lo que algunos llaman el “Imperio”; y sin temor a equivocarme, de una forma democrática el próximo presidente de Cuba puede ser un exiliado en Miami que enrumbe el camino de esa nación.(O)

Colón V. Quiroz, Guayaquil