En una sabatina se dijo que “el Ecuador es una potencia turística”. Creo que falta mucho para serlo, pero sí creo que tiene un potencial turístico increíble que atraiga a millones de extranjeros a visitarlo, y a sus nacionales a disfrutar de sus bellezas naturales y de las obras complementarias.

México, España, Italia, Francia, Suiza, Grecia, Argentina, Brasil, Costa Rica, Panamá, son algunos buenos ejemplos de grandes ingresos a sus presupuestos nacionales. Ecuador no se queda atrás, es un país pequeño (que es un punto a favor) con cuatro regiones territoriales totalmente diversas, un mar de aguas agradables para el turista (en otros países el mar es frío y peligroso), gente sencilla, emprendedora, amable y amigable con los extranjeros. Tierras fértiles llenas de vegetación, de todo tipo de frutas deliciosas, que me consta, los extranjeros son insaciables cuando las prueban. De grandes ríos y de esteros maravillosos, de grandes montañas, nevados (...), que al verlos uno se estremece por la orografía de nuestra patria. País de selva virgen y no virgen, de árboles gigantes, ríos interminables; de nativos deseosos de tomar contacto con personas de otros países (...). En fin, el Ecuador “tiene de todo” como dirían nuestros cantantes, los hermanos Miño Naranjo. El país cuenta con buenas carreteras, hoteles que no les piden favor a los extranjeros, hay cientos de lugares para servirse comidas autóctonas ecuatorianas, realizar expediciones y prácticas deportivas. Hay templos bellísimos a lo largo y ancho de la geografía ecuatoriana, las ferias al aire libre y sus tradicionales comidas en cada región completan el atractivo nacional. Tenemos además las islas Galápagos, sin lugar a dudas una de las maravillas del mundo por su clima, su flora y fauna, los quelonios que no le temen al hombre, y por sus características especiales de islas de carácter volcánico.

Para ser un país turístico, el presupuesto para este sector deberá ser uno de los más importantes en cifras, después del de la Educación y de la Defensa. Nos hace falta una gran campaña en materia de educación turística.

Sucre Calderón Calderón, abogado, avenida Samborondón