Estimado lector, tal vez, cuando termine de leer mi columna, pensará: “¡Es una mescolanza sin sentido!”. Y tendrá todo el derecho de hacerlo, pero dígame, de lo que está sucediendo en Ecuador, ¿qué tiene sentido? Hay que ser malabarista para mantenerse al tanto de todo.

Empecemos por lo obvio: la reelección indefinida. Hace pocos días Alianza PAIS dio a conocer su resolución: “Apoyar de manera unánime el tratamiento de la enmienda constitucional en la Asamblea Nacional para que el pueblo ecuatoriano sin restricciones de ningún tipo decida la continuidad de la Revolución Ciudadana y la conducción del Gobierno a todos los niveles y el Estado ecuatoriano”. ¿Eso en buen cristiano sería que no nos van a consultar nada y decidirán por nosotros?

Sigamos. La Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia declaró inocente a Mery Zamora de los delitos de sabotaje y terrorismo. En internet se habló por horas del tema, algunos decían que irían tras los jueces que la absolvieron. “Coincidentemente” el Consejo de la Judicatura abrió una investigación en contra de uno de esos jueces, Johnny Ayluardo. Pongo entre comillas “coincidentemente”, porque Gustavo Jalkh señaló que la medida se debe a denuncias anteriores relacionadas con otro caso y no al de Zamora. ¡Uf!, qué alivio.

Pero antes de lo de Zamora, Raúl Carrión (exministro de Deportes) fue sentenciado a tres meses de cárcel por el delito de peculado atenuado por contratos de obras deportivas realizados entre el 2006 y el 2008. ¿Tres meses? También por peculado, el expresidente Jamil Mahuad fue condenado a doce años de cárcel, en relación con la crisis financiera de 1999. No hay que ser abogado para darse cuenta de la desproporcionalidad de las penas. Lo que queda claro es que más grave que apropiarse de fondos públicos es injuriar y dañar la honra de “ya saben quien”.

¿Y qué sobre el operativo para capturar a dos supuestos hackers de la cuenta de Twitter del presidente? Los detenidos fueron interrogados sin la presencia de su abogado. Durante la audiencia de formulación de cargos, la fiscal se abstuvo de acusarlos por no tener pruebas suficientes y fueron liberados. ¿Primero arrestan y luego investigan?

Esa es otra de las interrogantes que quedan en el aire porque ya no tengo espacio para citar lo demás que ha acontecido últimamente, como que suspendieron la audiencia de J. G. V. (creo que ya ni su nombre se puede escribir), el Banco Central del Ecuador negoció más de la mitad de sus reservas de oro (según Bloomberg News), el dinero electrónico a la vuelta de la esquina, etcétera.

Todo esto pasa ante la indiferencia de muchos ecuatorianos. Es aquí donde cito al periodista argentino Jorge Lanata, quien recientemente tuvo palabras muy duras sobre lo que sucede en su país. Les dejo una de las tantas verdades que dijo: “¿Para qué seguir hablando de estas cosas?... Creo que estamos repletos de gente que se calla la boca. Creo que somos unos irresponsables que no nos importa un carajo lo que pasa con los demás, no nos importa nada… Dejar de hacernos los compungidos porque no hacemos nada para evitar que las cosas pasen… Démonos cuenta”.