El suero antiofídico es un biológico de uso terapéutico que se utiliza para las mordeduras de serpiente altamente venenosas, está compuesto de una solución salina de inmunoglobulina heteróloga purificada de origen equino, que contiene fenol y thimerosal como preservativos; en algunos casos puede producir reacciones alérgicas debido a las proteínas de los equinos. El tratamiento requiere de cantidades de biológico suficiente para neutralizar los miligramos de veneno inoculado y su aplicación depende de la evolución del cuadro clínico. En el Ecuador se utiliza para el veneno de serpiente del género bothrops que se debe administrar durante las primeras 6 horas para neutralizarlo, vía intravenosa de manera lenta, diluido en solución fisiológica o inyectar en su totalidad por vía subcutánea en la cara externa del muslo o en la región interescapular; presentado en frasco de una dosis (10 ml), debiendo mantenerse en refrigeración (4-8 c).

El Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical Leopoldo Izquieta Pérez (INHMT), hoy mal llamado INSPI, tenía a su cargo el serpentario, caballeriza y el departamento de sueros hiperinmunes, donde se elaboraba el suero antiofídico en el Ecuador. Hace dos días ingresé, siete meses después de haber salido por la aplicación de la renuncia obligatoria y comprobé que ya no existen los departamentos de caballeriza y sueros hiperinmunes que era donde se procesaba el suero antiofídico. Me encontré con la ingrata noticia que continúa en funciones el departamento de serpentario y que toda la materia prima, los venenos que se extraen, se los envía a un laboratorio de producción en Brasil para que allá se procese el suero antiofídico, incluyendo nuestros venenos. Me refirieron que el INSPI mantiene un convenio con esa Institución, de lo que no tengo conocimiento es ¿cuál es el beneficio para el país? Yo me pregunto, ¿era necesario darle a un laboratorio extranjero la materia prima, por qué no se capacitó a personal técnico para que vuelva a producir el suero en el Ecuador? Actualmente el famoso INSPI-SA es un cementerio, ya no hay laboratorios de diagnóstico y producción en salud animal, han quedado solamente el bioterio, diagnóstico de rabia, serpentario y Toxicología. Han pasado más de dos años de creación o desmembramiento de las tres áreas del antiguo INHMT sin resultados, no hay publicaciones en revistas indexadas a nivel internacional. Con el personal que ha ingresado no se tiene seguimiento en los trabajos epidemiológicos que se realizaban años atrás, ya que más de 500 empleados fueron cesados en septiembre del año pasado, cuya experiencia y conocimiento dio renombre al INHMT como centro de referencia a nivel nacional e internacional y sus resultados por laboratorios comprobados por el CDC de Atlanta pudieron alertar al país de enfermedades que aparecieron por primera vez como el dengue, meningococcemia, sida u otros.

Ya es tiempo de que el Gobierno ponga atención en lo que está pasando con la salud pública. Un laboratorio de referencia tiene un papel importante en un país, como fue anteriormente. Siento nostalgia de ver cómo destruyeron una institución de renombre internacional, como era el Instituto Nacional de Higiene y Medicina Tropical, cuya sede central era la única que se encontraba en la ciudad de Guayaquil. ¿Valió la pena desmembrarla? No existen en la actualidad resultados documentados y publicados, ¿querrán traer extranjeros para que hagan los trabajos de nuestros funcionarios que fueron botados con experiencia y alto conocimiento?... ¡Imposible olvidar!