¿Hubo un plan concertado, una voluntad corporativa que llevó a la implantación de los regímenes nacionalistas socialistas en los actuales países albinos? ¿Esta ola fue producto de una conspiración aupada por algún poder oculto? Evidentemente, en los casos de Bolivia, Ecuador y Venezuela se siguió una receta que ha funcionado con eficacia para la implantación de estados pretotalitarios, ¿existía la receta antes del surgimiento de tales regímenes o se fue elaborando en el camino? La teoría de la conspiración es siempre sugestiva, nos permite construir un enemigo al que echar la culpa, pero rara vez tiene asidero en la realidad.

“¿Cómo llegó la noche?”, podríamos preguntarnos con Huber Matos, y no por mera referencia literaria, sino porque evidentemente se ha recurrido al modelo cubano en muchas ocasiones y en muchos aspectos. Los asesores y agentes cubanos pululan y ayudan a implementar los “proyectos”. Pero ¿existen tales “proyectos” en estos países? Cuando se trata de desentrañarlos lo que se encuentra es una serie de vaciedades, de consignas sueltas, de estrofas de canciones, de kikuyadas... nada que permita establecer una hoja de ruta. Parecía que Hans Dieterich era el gran ideólogo, pero por el nivel infantil de sus planteamientos, este Engels subdesarrollado no dio la talla de profeta. Mejor suerte tuvieron los neoconstitucionalistas españoles y otros tecnócratas europeos desocupados, que lo que buscaban era empleo, entonces pudieron ser obsecuentes costureros de trajes a medida.

Claro que hubo el Foro de Sao Paulo, donde esta gente se reunía desde 1990, pero de este grupo han salido cosas muy disímiles. Por una parte tenemos el modelo brasileño, cuya sola mención lleva al éxtasis a los hombres de negocios ecuatorianos; por otra, Ollanta Humala, que prefiere pragmáticamente seguir un modelo que funciona y no meterse en camisa de once varas; y finalmente, los albinos. Argentina no es albina, ni los Kirchner participaron en el mentado foro, pero su “proyecto” es asombrosamente similar. Al revisar este artículo me doy cuenta de que he usado reiterativamente el verbo recurrir... tacho algunas inflexiones, pero veo que en realidad estos gobiernos se han hecho “recurriendo” a lo que había a mano, no hubo un plan a seguir. Eso explica los bandazos programáticos que en el caso ecuatoriano son especialmente dramáticos. Todo esto se da porque este fenómeno no surge por voluntad o inspiración de sus líderes agrupados en una conspiración genial, sino como consecuencia de situaciones sociales en el interior de sus países, básicamente la inconsistencia de las minorías dominantes, absolutamente incapaces de encontrar derroteros que permitan crear sociedades funcionales. Todo esto se da en un marco geopolítico de una crisis de identidad y de liderazgo en Occidente, que permite la consolidación de un bloque de dictaduras sin más afinidad ideológica que el autoritarismo, pero claro en sus propósitos. No creo que los RIC (Rusia, Irán, China) sean un bloque estructurado, pero sí comparten objetivos, para los cuales resultan sumamente útiles las dictaduras en países periféricos como los albinos.