Hace cien años un grupo de ciudadanos notables de las parroquias Catarama y Ricaurte, entonces de la jurisdicción de Puebloviejo, gestionaron la creación del cantón, considerando el desarrollo socioeconómico alcanzado por las dos poblaciones, especialmente Catarama, que se había convertido en un importantísimo puerto fluvial por donde salían los productos agrícolas y entraban los que eran elaborados para todas las zonas aledañas.
El Congreso de la República dio paso al pedido formulado y el 6 de octubre de 1913 creó el nuevo cantón, bautizándolo con el nombre de Urdaneta, en homenaje al general venezolano Luis Urdaneta, gran luchador en los días de la patria naciente. El 11 de octubre del mismo año, el general Leonidas Plaza Gutiérrez puso el ejecútese, decreto publicado en el Registro Oficial, unos días después. El cantón Urdaneta, situado al suroeste de la provincia de Los Ríos, al pie de la cordillera de Los Andes y bañado por el río Caracol o Zapotal, que aquí toma el nombre de Catarama, tiene una superficie de 290 kilómetros cuadrados y una población de 29.263 habitantes, posee una variada riqueza agrícola y numerosos lugares turísticos, lamentablemente hasta el momento poco explotados. Su riqueza agrícola comprende banano, café, arroz, soya, palma africana y variedad de frutas tropicales. Su cabecera cantonal Catarama alcanzó un acelerado desarrollo económico, político y cultural por haberse convertido en el principal puerto fluvial, hasta que la aciaga noche del 30 de noviembre y madrugada del 1 de diciembre de 1938, un voraz incendio redujo a cenizas el 90% de la ciudad; lo que obligó al éxodo de sus habitantes. La reconstrucción comenzó poco después y hasta la actualidad no encuentra la senda del progreso que la ubique en el sitial que le corresponde. Urdaneta nació como cantón con una pequeña superficie.
El 6 de noviembre de 1944 se logró que el entonces presidente de la República, doctor José María Velasco Ibarra, firmara el decreto de la anexión de los recintos, con lo cual quintuplicó su superficie tal como hoy lo conocemos, constituyéndose este hecho como el mayor acontecimiento suscitado en los cien años de vida autónoma como cantón fluminense. Los urdanetenses estamos felices por arribar al primer siglo de vida cantonal y celebramos estas festividades con unción cívica y el compromiso de trabajar para que esta tierra encuentre finalmente el camino del desarrollo sostenible.
Luis José Aguay Vinueza, profesor, Urdaneta, Los Ríos