En el artículo anterior hice referencia al dictamen dado por la Contraloría General del Estado (CGE) al encontrar irregularidades cometidas por el gerente de Comercio Exterior de Petroecuador, al calcular premios más bajos en la firma en los dos primeros contratos de venta de millones de barriles de crudo (entre 2009 y 2010) con la empresa Petrochina bajo la figura legal de Alianza Estratégica y que Fernando Villavicencio los reveló a inicios del presente año durante el lanzamiento de su libro Ecuador made in China, “patrocinado” por el gobierno al dedicarle sendas cadenas nacionales de televisión para tratar de ridiculizarlo y desmentirlo. El motivo fue captar más dinero a las arcas fiscales, a pesar de contar con envidiables ingresos debido al alto precio de petróleo. No se sabe a ciencia cierta si se trató de una venta anticipada o un préstamo internacional. Caprichos de la Revolución Ciudadana.

En el artículo ‘Consecuencias de préstamos chinos’, publicado el 8 de noviembre del 2010, denuncié al país la diferencia de premios en los dos primeros contratos. A fines de octubre, el insustituible funcionario de Comercio Exterior, Nielsen Arias, mediante entrevista al Diario EL UNIVERSO, manifestó que no existía perjuicio, que “la negociación era beneficiosa para el país” (?).

El informe de la CGE tiene el carácter de vinculante, por lo tanto, sus conclusiones y recomendaciones son obligatorias para Petroecuador. La intervención de la Fiscalía General del Estado es imprescindible al revelarse un perjuicio económico descarado (primeros 90 millones de dólares) jamás visto en el manejo de la comercialización del crudo. La CGE analizó solo dos de los seis contratos firmados con Petrochina. Fácil es deducir que esa cantidad aumentará cuando revisen los restantes contratos. La falla radica en la pésima gestión del gerente general y del gerente de Comercio Exterior de la estatal. Según el libro de Villavicencio, el perjuicio total (entre premios y diferenciales) bordearía los mil millones de dólares. Desde el 2009 hasta el 2012, Ecuador comprometió más de 446 millones de barriles de crudo a Petrochina y Unipec a un precio promedio de $ 100, totalizando $ 44,6 mil millones. Y nos prestaron $ 7.000 millones sin incluir intereses que oscilaron entre 7,25% y 6% más comisiones de 1,07%. Es decir que se entregó un volumen seis veces superior al requerido para pagar los créditos recibidos. ¿Es esta la tan publicitada soberanía nacional?

Definitivamente, las denuncias de Villavicencio le dan la razón. Entonces, ¿por qué lo persiguen? ¿Por qué pretenden encarcelarlo? ¿Qué sanciones han aplicado al gerente general y al gerente de Comercio Exterior de Petroecuador por causar perjuicio económico a las arcas fiscales, según la CGE? ¿Son intocables estos funcionarios? ¿Quién los apadrina? ¿Quién los protege? ¿Cuál ha sido el beneficio real para los ecuatorianos al firmar los convenios de “Alianza estratégica” con China, Venezuela, Uruguay, etcétera? ¿Ha valido este proceso solo para evitar las licitaciones internacionales transparentes? ¿Quién se ha beneficiado de este tipo de transacciones? ¿Alguien ha rendido cuentas sobre los resultados positivos o negativos de estas alianzas? ¿Es este el “nuevo país” que insistentemente repiten los acólitos de la Revolución Ciudadana? ¿Cuál es la diferencia con el “anterior país” en el asunto de corrupción pública? Estaré pendiente de las decisiones del presidente Correa respecto de este caso de supuesta negligencia.

Próximamente les comentaré cuál es la compañía y el trader (intermediario) que se beneficiaron de esta negociación.