Las universidades públicas en Argentina se declararon en estado de emergencia presupuestal, tras las medidas tomadas por el presidente ultraliberal Javier Milei para recortar su presupuesto. Por eso, miles de estudiantes y profesores se tomaron hoy las calles del país “en defensa de la educación universitaria pública y gratuita”.

No es la primera marcha que se realiza en contra de alguna medida planteada por Milei desde su llegada al poder. En este caso, el gremio afectado es el de la educación superior, pues las universidades se declararon en emergencia presupuestaria luego de que el gobierno resolviera prorrogar para este año el mismo presupuesto que recibieron en 2023, no obstante la inflación interanual que en marzo rozó el 290%.

En la capital, los manifestantes marcharon en torno a las sedes de las 13 facultades de la Univesidad de Buenos Aires (UBA) y continuaron hacia la Plaza de Mayo. Y en las universidades públicas del país, los profesores se declararon en huelgas.

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Estudiantes marchan en Argentina. Foto: Luis ROBAYO / AFP

La semana pasada, y al calor de las protestas universitarias, Milei concedió “aumentar en 70% las partidas de gastos de funcionamiento en marzo y otro 70% en mayo”, además de una suma extraordinaria para hospitales universitarios, con lo cual el gobierno considera que la discusión “está saldada”, dijo este martes el portavoz presidencial, Manuel Adorni.

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Sin embargo, los gastos de funcionamiento excluyen los salarios docentes, que representan el 90% del presupuesto universitario.

“De las cuatro categorías docentes, tres han caído bajo la línea de pobreza”, afirmó el rector de la Universidad Nacional de San Luis, Víctor Moriñigo, al dar cuenta de una escala salarial docente cuyo piso es de 100.000 pesos mensuales (112 dólares).

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Además, las tarifas de energía treparon un 500% este mes poniendo a las universidades al borde de la parálisis, dijeron autoridades.

“Al ritmo al que nos están dando dinero, solo podremos funcionar entre dos y tres meses”, aseguró el rector de la UBA, Ricardo Gelpi.

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Pero el presidente argentino ha sido crítico acerca de las instituciones educativas superiores, pues puso en duda la transparencia del uso de los fondos y la calidad de la enseñanza al sugerir que las universidades públicas “se usan para hacer negocios turbios y adoctrinar”.

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Qué tanto peligra la educación pública en Argentina

Unos 2,2 millones de personas estudian en el sistema universitario público, elegido por el 80% de los estudiantes frente a las instituciones privadas, en un país con casi la mitad de su población de 47 millones de personas en la pobreza.

El sistema estatal de enseñanza superior goza de gran prestigio académico y fue cuna de los cinco premios Nobel de Argentina -tres de ellos en ciencias duras-, además de desarrollos científicos y tecnológicos reconocidos a nivel mundial.

La semana pasada varios edificios dependientes de la UBA debieron racionar el uso de elevadores, apagar luces en espacios comunes, limitar los horarios de bibliotecas, reducir el uso de agua caliente y limitar programas de extensión universitaria, como parte de las medidas de emergencia.

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La facultad de Medicina funcionó a media luz, con aulas y pasillos en penumbras, y elevadores limitados al uso de personas con movilidad reducida. (I)