En junio de 2022, Danny Ch., de 41 años, empezó lo que él llama “travesía” a Estados Unidos, país al que intentó llegar por México, pero fue detenido por migración y deportado.

Llegó a Colombia y viajó en lancha; sin embargo, fue, junto con otros migrantes, estafado. Pero logró llegar a la frontera con Panamá, donde está el Tapón del Darién, que actúa como una frontera natural con Colombia.

Los migrantes sudamericanos que quieren llegar a Estados Unidos irregularmente y por tierra deben cruzar esta selva, donde están expuestos a violencia sexual, robos, condiciones naturales adversas propias de la selva, extorsiones y la muerte.

Publicidad

“Veíamos muertos, nos asaltaron, se escuchaban muchas cosas”, dijo.

Después en piragua, que es una embarcación larga y estrecha, hasta Bajo Chiquito en Panamá.

Luego tomó un bus hacia Costa Rica, donde encontró albergues, y el siguiente paso fue hacia Nicaragua. Desde ese último país cruzó hasta Honduras y, con un salvoconducto, hasta Guatemala, donde evadiendo Migración —vía carros particulares— llegó a Tapachula (México), pero en Piedras Negras fue detenido y deportado.

Publicidad

No llegó a cumplir su objetivo inicialmente, pero lo intentó dos veces más.

Según la organización 1800migrante.com, una organización privada de asesoría legal establecida en Ecuador y Estados Unidos, en 2023, 117.487 ecuatorianos fueron detenidos, expulsados y deportados; en 2022, 24.936; y en 2021, 97.074.

Publicidad

En Estados Unidos se hacen evaluaciones en el periodo que comprende el denominado año fiscal, que comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre del año siguiente.

Ecuatorianos son la segunda nacionalidad en tránsito irregular por el Darién hacia Estados Unidos: en 2023 superaron los 54.000

El grupo de migrantes intentaba cruzar irregularmente a Estados Unidos. Foto: Instituto Nacional de Migración de México

Danny Ch. estima haber gastado unos $ 1.600 por la selva del Darién.

En Ecuador se quedó un mes y volvió a hacer el viaje por el Tapón, pero ya no por Piedras Negras, sino por Ciudad Juárez, y arribó a la nación norteamericana en noviembre del 2022.

Su familia intentó ingresar por Texas, pero no pudieron entrar. Fueron deportados y él decidió retornar al país.

Publicidad

Volvió a intentar viajar a Estados Unidos junto con su familia. Esta última ruta incluyó ir de Guayaquil a El Salvador vía aérea. Luego llegaron a México, donde obtuvieron una visa humanitaria y entraron por California.

En Ecuador era mecánico, pero empezó a escuchar amenazas y extorsiones a otros negocios; y, por la “situación complicada”, decidió dejar el país.

En Estados Unidos, país en el que ya están desde hace tres meses, intenta aplicar sus conocimientos. Sus otros familiares trabajan y estudian. Por avión estima haber gastado unos $ 25.000 en sus cinco familiares.

Migrantes piden que el presidente Daniel Noboa solicite estatus de protección temporal para ecuatorianos en Estados Unidos por el conflicto interno

Una madre y su hijo ecuatoriano fueron rescatados en medio del río Bravo, en la frontera entre Estados Unidos y México, en febrero del 2023. Foto: @INAMI_mx

Cancillería ecuatoriana había advertido que la nueva migración ya no era de una sola persona, sino de familias completas, como una característica del éxodo irregular de ecuatorianos.

Gladys V., de 41 años, está desde hace un año en Estados Unidos junto con sus ocho hijos.

Salió desde Caupicho, en el sur de Quito, hasta la frontera con Colombia en un bus. De la selva contó que es un lugar peligroso.

Fue difícil, agregó, porque tuvieron que atravesar montañas, pantanos y playas caminando por seis días para llegar a la frontera con Panamá, después Costa Rica y México, entre otros países. En ese país tuvo que trabajar para juntar dinero y seguir con el trayecto.

“Vine al ver que Ecuador se puso en una situación muy mala. Fue difícil”, dijo. De sus hijos, el más joven tiene 4 años, y el más grande, 25.

Señaló que en Migración de Estados Unidos fue más fácil pasar con sus hijos. Fue donde unas amigas y luego ya empezó a trabajar.

En Ecuador era guardia de seguridad. Actualmente trabaja en limpieza, un hijo labora como electricista, otro en una panadería y otra hija es mesera. Luego viajaron sus hermanos también por la selva.

“Llegábamos a acampar en algún lugar y llegaba la gente llorando: que les han robado, las señoras que les han violado (...). También hay muchas muertes. Es muy triste”, recordó sobre la travesía por la selva.

Estimó que en cada miembro de la familia gastó unos $ 3.500. Sacó préstamos y ahorros para su viaje a la nación del sueño americano, donde espera quedarse unos cinco años. (I)